Perspectivas. La primera batuta femenina colombiana en Europa | El Nuevo Siglo
La artista, originaria de La Unión, un municipio ubicado al oriente de Antioquia, también ha dirigido la Filarmed y varias agrupaciones del viejo continente.
Foto Olten Sanat Filarmoni Orchestra
Sábado, 28 de Mayo de 2022
Redacción Cultura

A sus cinco años, bajo la batuta de la banda sinfónica de La Unión, un pequeño municipio ubicado al oriente de Antioquia, Ana María Patiño conoció la música con lecciones de flauta. Una conexión de la cual surgió un sueño que la llevó a ser hoy la primera mujer colombiana en ser directora asistente de una orquesta de Europa.

Es de tradición que los jóvenes en Italia, Francia y otros países de Europa decidan tomar la dirección o ser parte de una orquesta con repertorios de gran complejidad por crecer en un entorno cultural y educativo ambientado con obras de Mozart, Tchaikovsky o Beethoven. Un deseo que es poco común en Colombia, pero que aún así unos pocos le suelen apostar. Entre este reducido grupo está Patiño, elegida recientemente como directora asistente de la Orquesta de Suisse Romande de Suiza.

Entre el saxofón y la batuta

“Cuando tenía cinco años, mi mamá vio que era una niña muy curiosa. Con ganas de alimentar esa curiosidad y paralelo a hacer un deporte, me inscribió en clases de música de la banda sinfónica de La Unión y allí empecé a estudiar flauta dulce. Recuerdo muy claramente que desde el principio me sentí muy enamorada de la música. Desde entonces, hasta hoy, no he dejado de hacer música ni un solo día”, le dijo en entrevista a EL NUEVO SIGLO la directora de orquesta.

En su hogar, como en el de la mayoría de los colombianos, en especial de los antioqueños, Ana María se crio entre músicas populares y folclóricas latinoamericanas. “Mi papá es una persona que no habla sino que canta, todos los días nos despertaba cantando y ponía música latinoamericana. Él hace parte importante de lo que soy hoy en día”, le comentó a este Diario. Sin embargo, en su casa también era muy común escuchar música clásica.

De la flauta dulce la artista pasó al saxofón, con el cual se desarrolló como instrumentista en la agrupación de su pueblo natal. Allí conoció a John Jairo Martínez, su primer mentor y quien la inspiró a estudiar música profesionalmente.

Así dio ese primer salto a la academia ingresando a la Universidad Eafit, que según la artista representó la apertura de unas puertas al mundo de la música. Esta institución también le permitió encontrarse con grandes músicos, entre ellos su maestro y guía Alejandro Posada, con quien trabajó en su proyecto Iberacademy, “que ha sido muy importante para mí, al que le debo muchísimo porque me ha dado la oportunidad de desarrollarme profesionalmente, de entender mejor mi visión artística, de tener experiencia y compartirla”.

Durante su pregrado, Patiño realizó su práctica académica en la Orquesta Filarmónica de Medellín, donde sostuvo la batuta por cerca de seis meses en varios conciertos que se realizaron en diferentes ciudades del país.

La dirección de orquesta en su imaginario apareció un tiempo después, por lo que Ana María decidió apostarle a estar al frente de una agrupación estudiando una maestría en Europa. Durante este tiempo tuvo la oportunidad de dirigir varias orquestas del continente, una experiencia que sembró en ella una semilla de ser oficialmente la batuta de alguna de estas orquestas.



El salto a Europa

Y aunque su estancia en Europa, el primer salto al extranjero por parte de la joven directora de orquesta, fue difícil por los estigmas con los que han cargado durante tanto tiempo los colombianos ante los ciudadanos de otros países, decidió encargarse de cambiar esta apreciación con su talento.

“Mientras hice la maestría tuve que pasar muchos desafíos difíciles porque cuando uno se va del país y se convierte en extranjero conoce el estigma que tienen los demás de los colombianos, sobre todo porque soy de Medellín, de esa asociación que se tienen con las drogas. Eso siempre me generó mucha tristeza y fue muy difícil porque me encontré con esos comentarios muchas veces. Pero entendí que hacía parte de mi responsabilidad y de mi deseo como colombiana y antioqueña ir cambiando poco a poco esa perspectiva tan equivocada que se tiene de los colombianos”, señaló.

Esto no fue impedimento para querer seguir representando al país en Europa, pues luego de su posgrado siguió buscando la manera de abrir muchas más puertas. En especial cuando uno de sus amigos le envió el anuncio de la convocatoria para director asistente de la Orquesta de Suisse Romande de Suiza, a la cual no dudó en postularse.

Era una época cargada de incertidumbre en todo el mundo, pues en enero de 2021 la pandemia aún seguía dejando a su paso consecuencias económicas y culturales. Mientras Ana María dictaba clases magistrales a un grupo de directores de orquesta en comunidades vulnerables y pobres de Cartagena, recibió la notificación de un nuevo mensaje en su correo. Lo que no se imaginaría era que significaría el primer paso para estar en la Suisse Romande de Suiza, pues adjunta estaba la invitación a la audición final de la convocatoria.

De cuatro personas finalistas, la Orquesta tomó la decisión de elegir a Patiño como su nueva directora asistente, para estar junto al director titular, el maestro Jonathan Nott. La antioqueña entonces llegará a la Orquesta en agosto para participar en la Temporada 2022-2023, en la que se interpretará un repertorio complejo, en el que Nott le apuesta al posromántico.

“El nombramiento de la orquesta representa un gran impulso para seguirme construyendo y descubriendo como directora. Ha sido como una catapulta de manera personal para entender mejor la profesión. Me he sentido más cercana a la música a partir de la preparación tan ardua que se tiene que hacer para la audición, eso me ha dado una fuerza artística”, expresó sobre este nuevo título.

Así mismo, Ana María asegura que este paso a Suiza representa también una gran victoria para el país y abre la posibilidad a que más jóvenes se puedan visibilizar en el extranjero, así como denota el nivel de educación musical que hay en Colombia.

“Esto dice que hay muy buenos profesores en Colombia, que hay muy buenos procesos de orquestas juveniles, que les permiten a los directores jóvenes practicar. Soy la primera colombiana que se gradúa de esta clase en Suiza y espero que esto definitivamente abra muchas puertas para muchos directores jóvenes del país”, confirmó Patiño.

Después de su temporada con la orquesta suiza, la antioqueña le seguirá apostando a la formación musical de los jóvenes en Colombia, “ayudándoles lo más que pueda desde mi punto de vista y mi rol de ahora y nunca desligarme de las orquestas de mi país. Es parte de mi deseo ahora, seguir trabajando por mi país de aquí en adelante y siempre”.