El principal movimiento indígena de Ecuador bloqueó ayer carreteras de al menos la mitad del país, la primera de una serie de protestas contra el gobierno del presidente conservador Guillermo Lasso para exigir una bajada de los precios de los combustibles.
Las manifestaciones, que se desarrollaban sin incidentes violentos, según constató la AFP al sur de Quito, comenzaron hacia la medianoche de ayer.
El ministro de Defensa, Luis Lara, quien junto a otros funcionarios evalúa la situación desde la sede del Servicio Integrado de Seguridad ECU911 en Quito, indicó que militares mantienen "bajo control" áreas estratégicas como instalaciones petroleras. El crudo es el principal producto nacional de exportación.
Convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), los manifestantes usaron neumáticos en llamas y barricadas levantadas con tierra, piedras y árboles para bloquear vías de diez de las 24 provincias, incluida la andina Pichincha -cuya capital es Quito-, de acuerdo con Juan Zapata, director del estatal ECU911.
Zapata señaló que unas 1.200 personas participaban en las manifestaciones a nivel nacional. "Vemos que no hay tanta fuerza. Esperemos que esto continúe así, sin violencia", dijo al canal Teleamazonas, anotando que "no hay detenidos hasta el momento".
"Es nuestra manifestación contundente hasta que el gobierno escuche", declaró Manuel Cocha, de la organización de indígenas y campesinos de la población andina de Poaló, al sur de Quito.
"Hemos visto que las políticas del gobierno de Guillermo Lasso una vez más nos han afectado" al desencadenarse un alza de precios de los alimentos en los últimos meses, dijo Cocha, de 42 años y quien protestaba junto a varias decenas de personas sobre la ruta Panamericana Sur.
Los accesos hacia la capital ecuatoriana estaban cerrados de manera esporádica por manifestantes ante la presencia de uniformados.
Según adelantó Leonidas Iza, presidente de la Conaie, la duración de las protestas es "indefinido".
Lasso, quien asumió hace un año, advirtió el domingo que no permitirá el bloqueo de carreteras ni la toma de pozos petroleros, ubicados en la selva amazónica y donde también se registran manifestaciones, para evitar afectar la reactivación de la economía, golpeada por la pandemia de covid-19.
"No podemos permitir que grupos políticos que buscan desestabilizar y pescar a río revuelto paralicen nuevamente al país", manifestó en un video divulgado en su cuenta de Twitter.
El lunes, el gobernante señaló por esa misma red social: "El trabajo reactiva la economía y nosotros #NoPodemosParar. Juntos sacamos al Ecuador adelante. No vamos a permitir que se paralice el país" como sucedió en protestas indígenas de 2019 -que dejaron once muertos- y 2021.
La opositora Conaie protesta por lo que considera altos precios de combustibles, la falta de empleo y control de precios de los productos agrícolas, y la entrega de concesiones mineras en territorios nativos.
Esa organización participó en revueltas que derrocaron tres presidentes entre 1997 y 2005.
Desde 2020, los precios de los combustibles eran revisados mensualmente, por lo que el galón de 3,78 litros de diésel casi se duplicó al pasar de 1 dólar a 1,90 y el valor de la gasolina corriente subió un 46%, de 1,75 a 2,55 dólares.
En octubre pasado, Lasso aumentó y congeló el precio de los combustibles, lo que avivó el descontento de sectores como el de los indígenas, quienes superan el millón de personas en Ecuador, país de 17,7 millones de habitantes.
La Conaie, que ha sostenido varios diálogos con el Ejecutivo, reclama que los precios se reduzcan a 1,50 dólares para el diésel y a 2,10 para la gasolina de 85 octanos.