Por distintas razones los comicios presidenciales que hoy culminan, tras una agitada campaña, con la elección de Rodolfo Hernández o de Gustavo Petro para el período 2022-2026, fueron diferentes en muchos aspectos en comparación con anteriores procesos. Uno es que en segunda vuelta los partidos más representativos pasaron de agache frente a tomar postura por alguno de los candidatos.
A continuación, 10 hechos atípicos que se produjeron en estas elecciones:
1. El candidato insospechado
La sorpresa en estas elecciones ha sido Rodolfo Hernández, quien solo era conocido en los santanderes porque fue alcalde de Bucaramanga, y al que varios de los otros candidatos respaldados por los grandes partidos no lo vieron como un peligro para primera vuelta.
No obstante, una campaña distinta porque la hizo por las redes sociales y un mensaje sencillo enfocado en la lucha contra la corrupción y la politiquería terminaron poniéndolo en segunda vuelta, tras ser el aspirante que creció más en las encuestas antes de la primera votación el pasado 29 de mayo.
Sin duda, la forma como Hernández llevó su campaña servirá de modelo en futuros comicios a quienes quieran aspirar sin el respaldo de los partidos y acuerdos de por medio.
2. Uribismo sin una carta
Es la primera vez que el uribismo no tiene candidato en segunda vuelta desde su aparición en 2014 como Centro Democrático, pues en los comicios de ese año llegó a esa instancia con Óscar Iván Zuluaga, quien sucumbió ante Juan Manuel Santos; mientras que, en las elecciones de 2018, Iván Duque en el balotaje dio buena cuenta de Gustavo Petro en las urnas.
Sin embargo, en esta oportunidad el Centro Democrático, contra todos los pronósticos, no fue protagonista en las elecciones presidenciales tras retroceder en las legislativas en votación frente al 2018.
La colectividad quiso promover una candidatura con el exministro Óscar Iván Zuluaga; sin embargo, éste desistió después de que Federico Gutiérrez quedara posicionado como la carta de las fuerzas de derecha tras alcanzar el triunfo en la consulta interpartidista de esta tendencia en marzo pasado.
3. Dos mujeres a la Vicepresidencia
En 2018 por primera vez una mujer, con Marta Lucía Ramírez, llegó a la Vicepresidencia. Un gran logro para el género que tradicionalmente ha estado relegado en la participación política.
Sin embargo, en estos comicios se da un hecho aún más notable, como es que a la segunda vuelta llegan dos mujeres aspirando a la Vicepresidencia: Marlene Castillo como fórmula de Rodolfo Hernández, y Francia Márquez, quien acompaña a Gustavo Petro.
Es decir, que indefectiblemente en el próximo gobierno por segunda vez consecutiva la Vicepresidencia de la República será ocupada por una mujer.
Otro hecho para destacar es que Castillo y Márquez son de raza negra y oriundas del suroccidente colombiano. Algo también importante porque esta región es de las más pobres del país y la población afrocolombiana ha sido excluida de la participación política.
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4. Procesos pendientes
Pocos gobernantes y políticos se pueden jactar en Colombia de que no tienen una investigación penal, disciplinaria o fiscal. Los candidatos que hoy definen la Presidencia no son la excepción.
Hernández está llamado a juicio por el delito de presunto interés indebido en la celebración de contratos, cuando se desempeñó como alcalde de Bucaramanga, entre 2016 y 2019, por uno que estaba orientado a implementar una tecnología para el aprovechamiento de las basuras en la producción de energía.
Mientras que contra Gustavo Petro hay 15 procesos en la Corte Suprema, entre estos cuatro por injuria y calumnia simple y uno por injuria y calumnia agravada.
5. Partidos ausentes
Los partidos no fueron protagonistas en estas elecciones pues en el caso de Rodolfo Hernández llegó a segunda vuelta por un movimiento ciudadano y sin el apoyo de ninguna colectividad.
En segunda vuelta adhirieron algunas formaciones, aunque el candidato asegura que solo llegan a apoyar porque no hace acuerdos con partidos: Salvación Nacional, Verde Oxígeno, Nuevo Liberalismo y Colombia Justa Libres.
Por su lado, Gustavo Petro está respaldado por movimientos minoritarios como el Polo, ASI y MAIS.
En tanto que los grandes partidos como el Conservador, Liberal, Centro Democrático, Cambio Radical y La U dejaron en libertad a su militancia para votar este domingo.
6. Sin debates en segunda vuelta
Los candidatos Rodolfo Hernández y Gustavo Petro no se lograron poner de acuerdo para realizar al menos un debate en segunda vuelta, a pesar de un fallo del Tribunal Superior de Bogotá que ordenó hacerlo.
Petro insistió en que hubiera debate; sin embargo, Hernández manifestó que estos espacios no son útiles porque, como se vio en los que hicieron para primera vuelta, sirven es para avivar las controversias entre los candidatos.
Esto parece hacer carrera pues en 2018 tampoco hubo debates en segunda vuelta entre Duque y Petro, pues el primero dijo que fueron suficientes los cerca de 30 que se realizaron en la primera vuelta.
7. Registrador, en el filo de la navaja
Hacía mucho tiempo que un Registrador Nacional no concentraba tantas críticas como ha sucedido con Alexander Vega, esto después de las irregularidades que se presentaron en los comicios legislativos de marzo pasado, en donde hubo una diferencia de más de un millón de votos entre el preconteo y el escrutinio.
Varias fuerzas como el Centro Democrático y el Partido Conservador consideraron que se habría producido un fraude. Incluso algunos pidieron un registrador ad hoc para las presidenciales.
No obstante, la primera vuelta presidencial significó la redención para Vega, pues los comicios se registraron sin mayores dificultades. Hoy la única voz disonante frente al Registrador es la de Petro, quien dice que no hay garantías para el resultado.
8. Gobierno no tuvo preferencias
A pesar de que la oposición en varias oportunidades señaló al presidente Duque de, supuestamente, participar en política por algunos pronunciamientos en contra del populismo y de propuestas que consideró contraproducentes para el país, el Gobierno se mostró neutral y en términos generales ha brindado las garantías a todos los candidatos de las diferentes fuerzas políticas que han estado en contienda.
9. Descaches en campañas
Una campaña larga e intensa como la que vivió Colombia dio lugar para que los candidatos y sus equipos metieran la ‘pata’ en más de una vez, como cuando la fórmula vicepresidencial de Petro, Francia Márquez, dijo que los huevos que comen los colombianos son importados de Alemania, lo cual fue negado por Fenavi.
A Petro también le llovieron críticas por la visita de su hermano Juan Fernando a la penitenciaria La Picota, en donde se reunió con políticos condenados por corrupción, como Iván Moreno, y otros por distintos delitos. Ello fue interpretado por sus opositores como que supuestamente estaban cuadrando un acuerdo para darles beneficios penales en su gobierno a cambio de que hoy le ayudaran con votos, lo que fue negado por el candidato.
En tanto que Hernández ha tenido que disculparse en varias oportunidades por manifestaciones que ha hecho, llevado por su carácter volcánico antes que por el cálculo político, como cuando dijo que “recibo (en mi campaña) a la Virgen Santísima y todas las prostitutas que vivan en el mismo barrio con ella, a todo el mundo lo recibo, pero que no les cambio el discurso”.
El candidato luego pidió perdón por estas palabras.
10. Incertidumbre por gobernabilidad
Como no sucedía desde hacía mucho tiempo la gobernabilidad para el próximo presidente queda por ahora con signo de interrogación, debido a que por un lado Petro si bien cuenta con una numerosa bancada, no le alcanza para ser mayoría en Cámara ni en Senado.
Mientras que Rodolfo Hernández no tiene bancada y por ello debe construir una coalición de gobierno. El problema radica en lo difícil que sería si se mantiene en su postura de no hacer acuerdos con los partidos.
El hecho de que los partidos mayoritarios no jugaron en estas elecciones hace más incierto qué podrá suceder con éstos en el próximo gobierno, independientemente de quién gane. Luego del 7 de agosto tienen un mes para declararse de oposición, independientes o como fuerza de gobierno.