El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción en las tres provincias más afectadas por una protesta indígena, que desde hace cinco días bloquea vías en la mitad del país y deja al menos 43 heridos y 37 detenidos.
Las manifestaciones indefinidas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la mayor organización de aborígenes del país, en reclamo de una rebaja de precios de combustibles, ha derivado en enfrentamientos con policías y el cierre intermitente de accesos a Quito y su aeropuerto.
"Me comprometo a defender nuestra capital y a defender el país. Esto me obliga a declarar el estado de excepción en Pichincha [cuya capital es Quito], Imbabura y Cotopaxi a partir de la medianoche de hoy", las 05H00 GMT del sábado, dijo el mandatario en una alocución transmitida por televisión.
Bajo esa medida por 30 días, Lasso movilizará a las Fuerzas Armadas ante una "grave conmoción interna" y ordenó un toque de queda entre las 22H00 y 05H00 locales (03H00 y 10H00 GMT). Además suspendió derechos ciudadanos como el de reunirse.
Las manifestaciones, en las que participan estudiantes y trabajadores, se han concentrado en las andinas Pichincha y sus vecinas Cotopaxi (sur) e Imbabura (norte), con alta presencia de indígenas, que representan un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos.
Con lanzas en mano, indígenas amazónicos ocuparon temporalmente el viernes las sedes de las gobernaciones de las provincias de Pastaza y Morona Santiago (ambas al sureste y fronterizas con Perú).
Las Fuerzas Armadas rechazaron por Twitter "las acciones violentas realizadas por manifestantes" en Pastaza, que dejaron a una persona "con fracturas y heridas múltiples".
En Quito, cerca de mil manifestantes intentaron derribar vallas metálicas que rodean la sede presidencial.
Viaje a Quito
umento del narcotráfico y la violencia, desde el 30 de abril también rige un estado de excepción por 60 días en las costeras Esmeraldas, Manabí y Guayas. En ésta última se dieron protestas el viernes.
La opositora Conaie plantea una disminución de precios de combustibles. Entre mayo de 2020 y octubre de 2021, el diésel subió en 90% (a 1,90 dólares el galón) y la gasolina corriente en 46% (a 2,55).
Lasso, quien asumió hace un año, se niega a aceptar su reclamo de reducirlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
La organización, que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, planteó un pliego de 10 puntos y demanda su atención antes de dialogar con el Ejecutivo.
Con miras a desactivar las protestas, el presidente informó el viernes sobre una serie de compensaciones como el elevar de 50 a 55 dólares un bono económico para "aliviar la difícil situación" de las familias más pobres.
También subsidiará hasta 50% el precio de la urea para pequeños y medianos agricultores y ordenó condonar los créditos vencidos por hasta 3.000 dólares otorgados por el banco estatal para el fomento productivo.
Pasada la medianoche del viernes, el titular de la Conaie, Leonidas Iza, se dirigió a Lasso través de redes sociales para decirle que los "temas de fondo (...) usted no pretende, en este caso, resolverlos".
"Ratificamos la lucha a nivel nacional, de manera indefinida", agregó el líder, señalando que "desde este momento preparamos la movilización" de aborígenes hacia Quito para mantener las protestas, sin precisar cuándo arribarán los nativos.
"No hay ningún diálogo"
Durante el día, Lasso, un exbanquero de derecha, recibió en la sede presidencial a un centenar de indígenas de Cotopaxi residentes en la capital e hizo nuevos llamados al diálogo, para el que se han ofrecido mediar la iglesia, la ONU y universidades.
También se reunió con alcaldes y prefectos provinciales para analizar la situación.
Iza enfatizó que "no hay ningún diálogo" entre el Ejecutivo y la Conaie, que encabezó en 2019 violentas protestas antigobierno durante más de una semana, con saldo de 11 muertos y más de mil heridos.
Las actuales manifestaciones, que afectan a diversos sectores, dejan pérdidas por 50 millones de dólares, según el ministerio de Producción, sin tomar en cuenta el sector petrolero, en el que han sido paralizados pozos amazónicos.
"Convoqué al diálogo y la respuesta fue más violencia. No hay intención de buscar soluciones", lamentó Lasso.
La Conaie también pidió frenar la violencia en las protestas que, según la organización, dejan 24 heridos en incidentes y 37 arrestados.
Fuentes oficiales reportan a su vez diez militares, ocho policías y un civil lesionados, así como 29 manifestantes detenidos.
"No se puede aceptar el vandalismo, el enfrentamiento, la violencia", declaró Iza, quien se encuentra fuera de Quito y será juzgado en julio por paralizar servicios públicos en las protestas.
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