El teatro quindiano expande sus fronteras hasta Bogotá de manera activa, viva y creciente durante cinco días en Casa TEA (Teatro Estudio Alcaraván) una de las salas concertadas ganadoras por Idartes que abre sus puertas a salas teatrales como Tebaidarte, Casaparte y La Musaraña, provenientes del Quindío, para que sean consideradas, conocidas y reconocidas en las programaciones de los teatros a nivel nacional.
“Somos una de las casi 38 salas de teatro concertadas en Bogotá que hacemos parte de este programa. Este año Casa TEA abre su parrilla cultural de funciones casi todas las semanas hasta el 31 de octubre. Tendremos una programación muy nutrida de grupos locales que no cuentan con una sala, grupos nacionales, estrenos y organizaremos 1er Festival Internacional de Teatro El Vuelo del Alcaraván, al que vendrán grupos provenientes de Cuba y España. Somos un laboratorio permanente de creación”, contó Lina Londoño, actriz e integrante del equipo de Casa TEA.
Por su parte, Juliana María Buitrago Botero, quien es codirectora del Teatro La Musaraña, invitó cordialmente a la gente que le gusta el arte y le gustaría conocer sobre la cultura quindiana, a que aprecie el buen teatro. “Presentaremos la obra 'El experto' que tiene máscaras y cuentería, una excelente opción para un público desprevenido que desea divertirse pero también desea ver una buena actuación. La obra 'El señor Puntiya y su criada Matic' habla de las problemáticas de pareja y la violencia intrafamiliar vista de una manera universal donde hay en todo momento una reflexión por parte del espectador, pero también hay certezas frente a lo que sucede con el maltrato a la mujer. Finalmente tendremos 'El tigrero', donde se cuenta la verdad y la mentira del fundador de Armenia, Jesús María Ocampo, en la que la tradición oral, la danza de los macheteros y la cuentería tienen una gran importancia”, destacó Juliana, quien es también actriz del Movimiento Teatral Tebaidarte.
“El teatro del Quindío es un referente de arte y de la cultura con un proceso de más de 20 años a través de su colectivo teatral Tebaidarte. Este colectivo se ha empeñado en sostener más de 300 funciones por año y actualmente cuenta con 8 elencos. Su fundadora es la maestra Luz Marina Botero, actriz del teatro La Candelaria y primera mujer en Colombia en presentar monólogos”, agregó Libaniel Gómez Valencia, docente, actor, dramaturgo, director y fundador del colectivo Tebaidarte. Ha escrito varios textos, creador de varias escuelas de zanqueros, más de 25 años de experiencia en el escenario.
La historia del señor Puntiya
El señor Puntiya fue un poderoso líder militar de los ejércitos del norte. Al acabar la guerra él se quedó sin trabajo, y ahora gracias a las divinas leyes humanas ya no es más el capitán, ahora es el señor, el honorable señor Puntiya. La criada Matic fue una víctima inocente de la guerra, como casi todos no sabía por qué se peleaban. Matic era la hija de alguien, la hermana de alguien, la amiga de alguien, la esposa de alguien y si la guerra no hubiese tocado a las puertas de su vida, hubiese sido la madre de alguien. La criada Matic tenía sueños, la guerra hizo que esos sueños cambiaran.
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La historia de "El señor Puntiya y su criada Matic" se adentra en las intimidades de un hogar y expone los pesares y sufrimientos de una mujer sometida a su esposo. Esta historia, tan universal como la lluvia, es el crudo reflejo de una realidad vivida por millones de mujeres que día a día soportan todo tipo de vejámenes y humillaciones. Esta es la historia de una mujer que, como muchas mujeres, a pesar de sus difíciles circunstancias encuentra la fuerza para seguir adelante aferrándose a la única promesa de un mejor mañana: la esperanza.
“El experto”
“El experto” es una producción de Teatro El Nombre en asocio con el centro cultural Casaparte, nacida en el 2020. Chi Ch’ang aspiraba a ser el mejor arquero del mundo. Gracias a las enseñanzas de su maestro Wei Fei –de puntería tan certera que, se decía, era capaz de hacer blanco con todas las flechas de su aljaba en la misma hoja de sauce a una distancia de cien pasos–, aprendió a no parpadear y a mirar de tal manera que lo diminuto le parecía llamativo y lo pequeño descomunal. Tres años estuvo practicando hasta conseguir emular al maestro. A los tres años pensó que tendría que matarlo si quería ser el mejor arquero del mundo. Lo intentó, pero Wei Fei consiguió esquivar las flechas de su alumno. Y no vio otra manera de quitárselo de encima y de desembarazarse de aquel peligro, que dirigir la mente de Chi Ch’ang hacia una nueva meta.
“El tigrero”
A través de la estética del Eje Cafetero colombiano, la denominada música carrilera, la parrandera y folclórica de esta zona de Colombia dan la antesala a dos curanderos típicos (oráculos), denominados en Colombia como “culebreros”… Ellos hacen un llamado a los cuatro elementales, al tiempo y al espacio para entrar en el mundo de los sueños y desde allí contar la historia de Jesús María Ocampo (El tigrero) y su esposa María Arsenia de Ocampo (familia fundadora de Armenia-Quindío-Colombia)… dicha historia va llevando escena tras escena por las peripecias de ambos y en especial con la mirada del colonizador, del hombre ambicioso, peleador, infiel y negociante, comportamientos que se dan en los colonos y pioneros latinoamericanos; la obra comienza con la exaltación del héroe, pero a medida que pasa la obra, lo humano aparece y la exaltación lentamente va cayendo, con la caída del héroe se eleva la imagen de la mujer… las verdades infundidas por la historia oficial se van chocando con las suposiciones y por otras verdades que de seguro hacen parte de nuestra construcción cultural… Como lo dirían los curanderos: “esta obra contará la verdad y la mentira de este hombre que son todos los hombres de mi pueblo”.