Culminó otra legislatura del Congreso y expertos afirman que tuvo un desempeño muy lánguido. El politólogo Andrés García Carvajal, de la Universidad de los Andes, especialista en negociación y relaciones internacionales, asegura que quedaron en el aire varias reformas anunciadas que no se materializaron. 

En diálogo con EL NUEVO SIGLO, García se refirió a los ajustes que quedaron pendientes en el Congreso saliente, como la reforma financiera, la estructural en tributaria, la pensional y la del sector salud. “No obstante, en esta se logró hacer el tema de ley de punto final con respecto a la salud, las enormes deudas que tenía el Estado con el gremio, pero no se logró ajustar el sector”.

Así mismo, manifestó que la justicia espera una reforma, el sistema electoral otra, de manera que hay muchas expectativas que en ese sentido no se cumplieron. “Hay que entender que el Gobierno tuvo una situación compleja, que fue la pandemia, algo que es inédito en la historia reciente de Colombia y del mundo. El país y concretamente el Gobierno se concentraron en superar esta crisis tan profunda”, explicó Andrés García.

Debido a la emergencia sanitaria que envolvió al mundo, naturalmente se sumaron problemas como los financieros, de protección social y sanitarios. Además de eso, se unió la complicada situación que desató la fallida reforma tributaria que trajo un desenlace muy complicado en el orden público y la estabilidad institucional de Colombia. “Los paros tan profundos que sufrimos dejaron muy debilitado al Gobierno, y la labor legislativa también se afectó, de manera que eso es un hecho que hay que contemplar. El solo punto de que se conservó la institucionalidad en momentos en que hubo mucha fragilidad, digamos que es algo positivo, pero obviamente no terminó siendo la legislatura brillante y el periodo que todo el mundo había esperado”, afirmó García.

El papel de la Corte

El actuar de la Corte Suprema de Justicia en el periodo legislativo resultó muy valiente, según los expertos, ya que los temas espinosos requieren muchos progresismos en Colombia: “Los congresistas son mucho más temerosos del favor popular, y por eso ciertos proyectos álgidos como eutanasia y aborto prefieren dejárselos a las cortes. Esa es una situación recurrente en muchos congresos del mundo, no es solamente de Colombia. Los congresistas siempre tienen ese temor de afectar su caudal electoral con medidas de ese tipo, sobre todo en países como el nuestro, con sentimientos religiosos tan profundos. Entonces a la corte le toca entrar a regular estos temas y ha sido muy valiente en realidad”, sostuvo el politólogo.  

Ante la pregunta sobre cuáles deberían ser las reformas a aplicar en el Congreso que viene, García afirmó: “Seguimos a la espera de una reforma tributaria estructural, que por lo que dice el presidente electo, Gustavo Petro, va ser su primera gran reforma. La emprenderá y aspira a aprobarla este mismo año, y para eso trajo un ministro de Hacienda de grandísimos quilates y de mucho respeto en general por todos los actores de la economía colombiana e internacional”.

Igualmente, el politólogo se refirió a la expectativa que tienen todos los colombianos en cuanto a una reforma tributaria estructural. “Todos esperamos que sea la reforma de fondo para el sistema tributario colombiano, la economía y los empresarios. Además, que sea una reforma que aumente el recaudo para poder invertir en todas las políticas sociales y en los proyectos que tiene el actual gobierno”.

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Prioridades 

De otro lado, al iniciar el trabajo el gobierno entrante, desde el 7 de agosto, muy seguramente tendrá prioridades en la agenda política. “Por lo general los congresistas siempre tienen muchas iniciativas que van encontrando su priorización, además de sumarles el apoyo que les dé el Ejecutivo. Recordemos que este gobierno va a tener mayorías en el Congreso, tiene 80 senadores y podría subir a más, de manera que la prioridad de la agenda que ponga el Congreso priorizará inmediatamente los proyectos del gobierno”, sostuvo Andrés García.

De otra forma, el politólogo explicó que le queda faltando la reforma del sistema político. “Es la reforma más delicada porque abre la puerta a todo lo electoral, y causa mucho temor en estos momentos. Yo pienso que el Presidente se va a concentrar en proyectos que generen mucha trascendencia, pero que no vayan a dar pie a ningún nerviosismo en la estabilidad electoral y que en ningún momento vayan abrir la puerta a una reforma política, a lo que la gente le teme mucho con respecto a este gobierno”.

También se refirió al cambio de la circunscripción: “En cuanto al Senado, una circunscripción local, no nacional; digamos regional, territorial, provincial o departamental. Sería muy interesante porque abarataría los costos a la campaña a Senado, y en la medida en que se hacen más baratas las campañas, se maneja mucho mejor el recurso, se optimiza mejor y hay menos derroche de ingresos y financiación. Además, se presta para que haya menos influencia de los grandes contratistas, los grandes intereses del Estado que dan orígenes a la enfermedad tan compleja que aqueja a nuestro sistema político, que es la corrupción”, expresó.  

De otro lado, Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia y profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales, calificó con un seis estos cuatro años de trabajo legislativo que están a punto de cerrar.

“Es difícil hacer una valoración de un trabajo tan complejo con un número específico. Por un lado hubo un avance en ciertas normas importantes, sobre todo las que se derivaron de la consulta anticorrupción, entre ellas pliegos tipo, el tema de fortalecer conflictos de interés en funcionarios públicos, pero también quedaron pendientes otros asuntos, como la consulta anticorrupción, que siempre ha preocupado a Transparencia por Colombia, la falta de avance legislativo en materia de protección de denunciantes en actos de corrupción, que lastimosamente este Congreso no pudo avanzar claramente en dos oportunidades para legislar”, explicó Hernández.

Para Transparencia por Colombia, el Congreso de la República sigue siendo una de las entidades que necesita fortalecer mucho más su transparencia, su capacidad de apertura a la ciudadanía en rendición de cuentas y fortalecer mucho más ese vínculo con las realidades del país.