Un muerto y un herido dejó ataque sicarial en Tibú | El Nuevo Siglo
La víctima mortal fue identificada como José Alcides González Mosquera, cuyo cuerpo quedó tendido a un costado de la vía con varios impactos de bala. / Foto: x @OlguinMayorgaP
Domingo, 23 de Febrero de 2025
Redacción Web

Un ataque sicarial ocurrió en la vía Tibú, en el Catatumbo, este domingo 23 de febrero, dejando un saldo de una persona fallecida y otra herida. El hecho tuvo lugar en el corregimiento de Campo Dos, en el sector de La Aduana, puente sobre el río Tibú, a unos 8 kilómetros del casco urbano, en la carretera que conduce a Cúcuta.

Según el reporte preliminar de las autoridades, hombres armados atentaron contra una camioneta Toyota TXL, de placas LXW 027 de Pereira, en la que se movilizaban dos personas. La víctima mortal fue identificada como José Alcides González Mosquera, cuyo cuerpo quedó tendido a un costado de la vía con varios impactos de bala. El acompañante, quien logró sobrevivir, llegó por sus propios medios a la subestación de Policía y manifestó que se dirigían a Tibú para realizar un negocio.

La Policía de Norte de Santander informó que la alerta sobre el crimen fue recibida vía telefónica alrededor de las 11:15 a. m.. Inmediatamente, se coordinó con la funeraria Montecristo el levantamiento del cuerpo y su traslado a la Sijín para la inspección técnica correspondiente. Mientras tanto, las autoridades han iniciado las investigaciones para determinar los responsables y esclarecer los móviles del crimen.

Violencia en el Catatumbo y operativos de seguridad

Este hecho se suma a la creciente ola de violencia que afecta a la región del Catatumbo, escenario de disputas entre grupos armados ilegales por el control del narcotráfico y otras economías ilícitas. En respuesta a esta situación, las Fuerzas Militares han intensificado sus operaciones en la zona.

En un reciente operativo, tropas del Comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales, junto con soldados de la Segunda División del Ejército Nacional, localizaron un área minada en la vereda Versalles de Tibú. Según el brigadier general Gerardo Ortiz, comandante de la unidad, se encontraron ocho cilindros de 40 libras cargados con explosivos, 300 metros de cable dúplex y 16 detonadores eléctricos. Estos artefactos, que presuntamente serían utilizados para atacar a la población civil y a las tropas, fueron destruidos de manera controlada por el grupo Marte.

Las Fuerzas Militares han reafirmado su compromiso con la seguridad en el Catatumbo, indicando que la "Operación Catatumbo" seguirá en marcha para salvaguardar la vida de los habitantes de la región y contener la violencia generada por los grupos armados organizados.

Medidas de seguridad en Norte de Santander

El Gobierno nacional también ha anunciado nuevas medidas de seguridad en Norte de Santander, en respuesta al recrudecimiento de la violencia en municipios como Tibú y Villa del Rosario. El exministro del Interior, Gustavo García, confirmó la implementación de un plan integral de seguridad en coordinación con la Gobernación, la Policía Nacional y el Ejército.

Entre las acciones adoptadas se encuentra el despliegue de 82 unidades especiales de la Policía, incluyendo efectivos de los grupos Copes y Goes, además de un escuadrón de carabineros. Además, se asignaron 52 investigadores para colaborar con la Fiscalía General de la Nación en la recolección de información clave que permita anticiparse a nuevos actos violentos en la región.

Estas decisiones fueron tomadas durante un consejo de seguridad en el que participaron autoridades nacionales y regionales, quienes coincidieron en la necesidad de fortalecer la presencia del Estado en Norte de Santander para contener la ola de violencia y garantizar la tranquilidad de sus habitantes.

El exministro García hizo un llamado a la unidad de la población frente a la amenaza de los grupos armados ilegales. "Solamente la unidad nos permitirá recordar que aquí los responsables son los violentos", afirmó.

Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer el ataque sicarial en Tibú, mientras la comunidad de la región sigue viviendo en medio de la incertidumbre por la creciente inseguridad.