Pros y contras de cese al fuego que propone Petro a grupo armados | El Nuevo Siglo
Óscar Palma, académico.
Cortesía
Martes, 30 de Agosto de 2022
Redacción Política

Previo a iniciar conversaciones para su sometimiento a la justicia el presidente Petro propuso a los Grupos Armados Organizados al margen de la ley (GAO) que hagan un cese el fuego multilateral. El aspecto más positivo es que reduciría la violencia en las regiones, que sigue dejando víctimas de la población civil y de la Fuerza Pública. No obstante en la práctica tendría dificultades,  según le dijeron a EL NUEVO SIGLO conocedores del tema consultados.

El Jefe de Estado dijo que “les propongo a estos grupos en todo el país un cese el fuego multilateral, la seguridad humana se mide con vidas y por eso hago esta propuesta”.

Añadió que “los grupos armados han enviado cartas al Gobierno diciendo que quieren la paz. Por ahora son cartas y papeles, pero demuestran el clima de diálogo y negociación. Ahora debemos pasar de las palabras a las acciones”.

Esta propuesta de Petro se enmarca en el objetivo que se ha trazado de alcanzar la paz total a través de una negociación política con la guerrilla del Eln y una de tipo judicial con los GAO.

De manera paralela, el Gobierno nacional ya está dando pasos en la implementación de la que ha denominado política integral de seguridad humana, bajo el concepto de que la solución definitiva a los problemas de violencia en los territorios no depende solamente del accionar de la Fuerza Pública, sino también de la participación de otras instituciones no armadas.

El Jefe de Estado explicó que en la concepción de la seguridad humana se parte de que “el éxito no estribe en el número de muertos, sino que el éxito estribe en que disminuyan sustancialmente los muertos y las masacres, y aumenten sustancialmente las libertades y los derechos de las personas”.

Por su parte, ayer aclaró el ministro del Interior, Alfonso Prada, sobre la propuesta a los GAO de que hagan un cese multilateral el fuego, que “no se está dando una orden de desmovilización del Ejército y la Policía, se está dirigiendo a los que están por fuera del marco constitucional”.

Reacciones a la propuesta

Una dificultad para poner en práctica el cese el fuego multilateral con los GAO es que la Fuerza Pública difícilmente podría diferenciar a la hora de actuar cuál silenció las armas y cuál no, señaló Óscar Palma, docente de la Universidad del Rosario y quien fue investigador del Centro de Estudios Estratégicos para la Seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de Guerra.

“Hay diferentes escuelas de cuál es el momento ideal para hacer el cese el fuego, si debe ser de entrada o si debe ser consecuencia de una mesa de negociación”, dijo el académico. 

Independientemente de ello, señaló que “en términos de lo práctico, no podemos desconocer que puede servir como incentivo a que los grupos armados de todas las categorías, de todas las variedades, puedan sentarse en la mesa”. 

Agregó que “tocaría ver qué pasa con la Fuerza Pública, es decir, si la Fuerza Pública debe también asumir un cese de operaciones. Ese punto puede ser un poco más difícil de manejar, pero en sentido general cualquier cese el fuego sin duda sirve como un incentivo para la negociación y para la paz”.

Dijo también que “es perfectamente compatible el mantener operaciones con la idea de realizar acciones de paz. Lo difícil en el terreno es si hay un cese frente a unos grupos pero no a otros, operativamente eso va a ser muy complicado. Por ejemplo, estamos en cese con el Eln pero no estamos en cese con Urabeños, con Rastrojos o con los que sea”.


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Previó que pueden darse situaciones para el Ejército como no tener claridad en un combate de “si atacar o no atacar porque si es el Eln o es otro. Eso tomaría mucho tiempo y complicaría el esfuerzo de la operación”.

Por su parte el general (r) Jaime Ruiz Barrera, quien fue comandante del Batallón de Infantería Colombia, de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército y de la Cuarta Brigada, expresó que “esto que se plantea es supremamente grave porque ya lo vivimos en su momento en el gobierno anterior, cuando ordenó desescalar el conflicto y amarrar a la Fuerza Pública para que no actuara en la persecución de estas organizaciones criminales, terroristas y alzados en armas, que había en distintas zonas del país”. 

Añadió Ruiz que “es repetir lo mismo, es amarrar la Fuerza Pública, debilitarla como la están debilitando en la forma que se hizo, sacando más de 70 generales entre Fuerzas Militares y Policía Nacional”.

Es viable el cese

Es posible realizar acuerdos de cese el fuego con las guerrillas y los GAO; sin embargo, el presidente de la República no puede ordenar a la Fuerza Pública que deje de cumplir su función constitucional de perseguir a quienes estén al margen de la ley, indicó Kenneth Burbano, director del Observatorio Constitucional de la Universidad Libre y conocedor del tema conflicto armado y paz.

“Me parece que hay que exaltar la intención del presidente Petro para que la superación del conflicto armado se haga por procedimientos dialogales”, dijo Burbano. 

Agregó que “en el terreno de lo que es el conflicto armado hay dos cosas: la primera es que por función constitucional la Fuerza Pública no puede dejar de cumplir su deber de perseguir a las organizaciones de carácter criminal ni tampoco quienes estén alzados en armas. Por tanto esa función constitucional no la puede suspender el Presidente de la República porque lo que está en entredicho es la vida, los bienes y la integridad de las personas”. 

Añadió que dentro del Derecho Internacional Humanitario es posible llegar a ciertos acuerdos, “que suelen llamarse acuerdos especiales, particularmente para los grupos que tienen pretensiones políticas de toma del poder”, por ejemplo las guerrillas, “pero esa pretensión no puede cobijar a quienes simplemente son delincuentes comunes o sencillamente son bandas criminales”.

Dijo que entonces lo que se puede hacer con todos los actores armados ilegales es un “acuerdo de voluntades de las partes, quienes quieran confluir en esa propuesta de que no haya fuego para poder realizar un acuerdo: ya sea en el caso de las guerrillas que tienen pretensiones políticas de toma del poder, procesos de negociación, y en el caso de quienes están al margen de la ley, que deben terminar sus actividades con la finalidad de que se busque la mejor manera para que se logre el acogimiento o el sometimiento a la justicia”.

Qué dice la Iglesia

Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado para las Relaciones Iglesia-Estado, expresó que “la Iglesia siempre ha dicho que la violencia no es el camino, que la violencia no es la salida para las situaciones críticas que vive el país, que la violencia lo único que genera es muerte y destrucción. Y por lo tanto todos los esfuerzos que se hagan para erradicarla o reducirla tendrán siempre un visto bueno, tanto de las comunidades que sufren como de la misma Iglesia”. 

Añadió el religioso que todo esfuerzo “para reducir la violencia siempre ha de ser cuidadosamente estudiado, elaborado, para que redunde finalmente en la protección de las comunidades. Aquí lo que nos interesa es que las comunidades sean protegidas adecuadamente y que puedan tener condiciones de vida dignas”. 

Sobre lo que podría ser el cese el fuego multilateral que propone el Gobierno, monseñor Henao indicó que “la Iglesia no nos pronunciamos cuando se trata de asuntos técnicos, que requieren un conocimiento jurídico, que no es nuestro campo”.