Barrio San Felipe: un distrito de arte en Bogotá | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 21 de Septiembre de 2018
Natalia Mariño*

HACER un recorrido por el barrio San Felipe es más que ir a una casa residencial: es visitar galerías de arte, pequeños cafés, bares y restaurantes. Casi imperceptibles a simple vista, pues se confunden con las casas tradicionales, estos lugares han cambiado la cara del barrio en los últimos cinco años.

Ubicado entre la Avenida Caracas y la Carrera 24 y entre las Calles 72 y 80, San Felipe es sinónimo de distrito de arte en Bogotá. Este no es el primer ambiente o barrio que se transforma. Esto hace parte de un proceso que se ha visto en otras zonas de la ciudad, con el fin de cambiar y reconfigurar los lugares e incentivar el arte y la gastronomía.

 

Una apuesta arriesgada

 

Artistas jóvenes y visionarios se arriesgaron a comprar o arrendar casas en el barrio San Felipe para convertirlas en galerías o talleres de arte. En cinco años ya hay 17 galerías y espacios de arte en la zona. Es un barrio con una ubicación estratégica, cerca de otras zonas como la G y Chapinero, pero que tiene su propio ambiente y preserva la tranquilidad que lo ha caracterizado.

De acuerdo con Ángel Rodríguez, doctor en arte y expositor de obras en galerías de la zona, el barrio ha pasado por un proceso de gentrificación por el cual se busca rescatar un área urbana y darle un nuevo ambiente, en este caso a través del arte. Esto permite cambiar y reconfigurar el barrio, sin dañar su esencia. Antes había únicamente casas de familia y talleres mecánicos, tiendas de barrio, tejos cercanos, ahora la zona ha sufrido una transformación donde varias casas son ahora lugares de exposición de arte.

La gentrificación también ha llevado una valorización de la zona, como resultado del proceso de transformación. Es un proceso que hace tiempo se viene haciendo en otros países, pero hasta ahora Bogotá comienza a ser un referente internacional.

Estos nuevos espacios buscan que artistas jóvenes y no tradicionales puedan promocionar obras con distintos tipos de arte. Ángel Rodríguez, uno de ellos, comenta que hubiera sido un buen negocio adquirir un predio, sin embargo, es consciente que sostener un local es costoso y poco rentable. De manera que ha optado por pedir prestadas las galerías a conocidos para presentar sus obras. Esto es lo que él llama “una propuesta itinerante”, cambiando constantemente el lugar donde expone sus creaciones.

 

Una noche en San Felipe

 

Antes podía ser un espacio únicamente residencial sin mucho movimiento nocturno. Ahora, este escenario es diferente. Esto es especialmente cierto donde a lo largo del año se celebran las Noches de San Felipe. Este es un recorrido nocturno en el cual las galerías abren sus puertas, algunas ofrecen aperitivos, y el público puede entrar sin costo a ver las exposiciones de la temporada.

101 estudio, espacio KB, SGR, Flora, Fundación Arkhé, Fundación casa estudio 74, Galería Beta, 1200, Grey Cube Projects, Jacob Karpio, Instituto de Visión y Sketch, son algunos de los espacios de arte que se pueden encontrar en el barrio San Felipe.

No obstante, el recorrido por las galerías puede hacerse en cualquier momento pasando entre talleres de carros y gruesos cables de luz imposibles de pasar por alto. La Fundación Arteria, con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá, el Instituto Distrital de las Artes y el Ministerio de Cultura, diseñaron el directorio “Bogotá ArteCircuito” en el cual se encuentran todos los 145 espacios de arte que se organizan en siete circuitos de la ciudad distribuidos por zonas. Entre estos está el de San Felipe.

Una visita de arte nocturna puede volverse algo más que solo un recorrido. Espacio KB se divide en dos: galería de arte y café-bar. De esta manera los visitantes pueden vivir una doble experiencia.

La esencia y la tranquilidad del barrio San Felipe no se ha perdido. Se transformó. Y esto se hace evidente cuando a primera vista se llega a hacer el recorrido artístico: sigue siendo un barrio común, donde algunas de sus casas son ahora galerías de arte. Esto ha motivado también la creación de pequeños cafés, bares y librerías, generando opciones para los visitantes flotantes que llegan a en el día o en la noche a disfrutar del nuevo distrito del arte.

Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales @nataliamarinop