Los nuevos términos que describen las relaciones en línea | El Nuevo Siglo
En el universo de la tecnología, las aplicaciones y plataformas van surgiendo nuevas expresiones con las que se identifican las nuevas generaciones.
Foto Europa Press
Viernes, 1 de Octubre de 2021
Redacción Cultura con Europa Press

La llegada de la tecnología a las relaciones de pareja con los ‘smartphones’, aplicaciones de mensajería y de citas y redes sociales, ha motivado que las conductas de siempre se adapten al entorno digital y surjan nuevos términos para referirse a ellas.

De acuerdo con el I Estudio sobre tecnología y emociones del fabricante de 'smartphones' Wiko, casi la mitad de los encuestados (48,58%) admite haber sido 'stalkeado' en redes por parte de otra persona, mientras que uno de cada cuatro reconoce haber padecido 'birdboxing' de alguien (25,37%) o incluso 'orbiting' (25,07%).

Estos términos, aunque son utilizados frecuentemente por los más jóvenes cuando utilizan las herramientas tecnológicas, pueden no resultar familiares para muchos usuarios, aunque alguna vez los haya realizado, recibido o incluso sufrido, y por ello aquí le presentamos un recopilado de las principales palabras que definen las relaciones en línea.

Los inicios de una relación

Uno de los conceptos referidos a los momentos iniciales de una relación es el de 'instagrandstanding', la versión digital de las indirectas.

Este concepto consiste en llamar la atención de una persona publicando de forma consciente contenidos en redes sociales (especialmente en Instagram) que le resultan particularmente interesantes a la otra persona, aunque sin referencias directas, buscando que sea esta persona la que inicie la conversación.

Otro de los términos del principio de una relación es el 'birdboxing', una forma de identificar situaciones de un enamoramiento extremo en las personas que son incapaces de reconocer los defectos del otro y consideran que todo lo que le rodea es perfecto.

Como curiosidad, su nombre procede de la película Bird Box (2018), en la que los personajes usan una venda en los ojos para sobrevivir. Para que todos lo entiendan, puede traducirse por 'estar en una nube'.

Cuando la ‘cosa’ no va bien

En los casos en que la relación no marcha por buen camino, un término utilizado frecuentemente es el 'orbiting'. Este se refiere a cuando alguien parece no tener interés real en otra persona, no contesta sus mensajes ni responde sus llamadas, pero da 'like' a sus publicaciones, reacciona a sus 'stories' o comenta alguna foto. Los integrantes de la Generación X lo llamarían algo así como 'ni contigo ni sin ti'.

Otra palabra para cuando las cosas no van bien es la de 'curving'. Ante un chat con una persona con la que se desea cortar conversación, hay algunos que, en lugar de comunicar este desinterés abiertamente, optan por otra forma de transmitirlo.

Ejemplos de esta conducta son una mayor demora a la hora de responder mensajes, descenso progresivo de la extensión de las respuestas o excusas constantes para no verse en persona. Generaciones anteriores podrían llamarlo 'marear la perdiz'.

Formas de terminar

Terminar una relación, aunque sea en sus fases iniciales, hace que algunas personas sufran lo que siempre se ha conocido como un 'plantón'. En el plano digital esto se conoce como 'ghosting', cuando tras días o semanas de conversación constante y fluida por chat, una de las personas 'desaparece' repentinamente y sin dar explicaciones.

Otra mala práctica es el 'stalking', que consiste en fisgonear en las publicaciones e interacciones de otra persona en redes sociales, con el objetivo de estar informado de su día a día. Este fenómeno es común en las relaciones de pareja después de las rupturas que no se han encajado bien.


Además lea: ¿Ficción o el futuro? Así funcionarán los hogares inteligentes


A para encontrar pareja

Este nuevo lenguaje da cuenta de una tendencia entre las relaciones amorosas de hoy en día. Se trata de la preferencia de los usuarios por la tecnología con inteligencia artificial y las redes sociales para encontrar pareja.

Así lo demuestra un reciente estudio de Kaspersky sobre las citas y el impacto de la tecnología en las relaciones, en el que reveló que la mayoría de los usuarios percibe de forma positiva la función de los algoritmos inteligentes en los servicios de citas, pues el 41% de los colombianos confiaría en la selección de pareja hecha por la inteligencia artificial (IA), y el 69% señaló que las recomendaciones del algoritmo corresponden por completo con sus preferencias.

Esta percepción positiva de la IA en general está respaldada por una encuesta mundial realizada por ARM en la que el 54% de los encuestados admitió estar interesado en utilizar la IA como compañero o asistente personal.

Las citas en línea operan de forma similar, ya que las diferentes aplicaciones utilizan algoritmos inteligentes para ayudar a las personas a encontrar una pareja y recomendarles perfiles compatibles. Y más de la mitad (60%) de los encuestados en Colombia está de acuerdo en que las aplicaciones de citas, en general, han facilitado mucho el proceso. Además, el 42% afirmó que solo se reuniría con personas recomendadas por el algoritmo.

No es diferente en la vida real. Cuando conocemos a alguien en el trabajo, en un evento deportivo o en un bar, buscamos primero las similitudes, y solemos fingir mayor interés que el que podríamos tener en realidad. Pero cómo se “siente” el encuentro en la realidad, es decir, si la conexión es genuina o artificial, si la persona está interesada o aburrida; eso nunca puede ser verdaderamente descifrado por la inteligencia artificial y sus recomendaciones. Tampoco puede decirnos cómo huele la otra persona, cómo se ríe o cómo se comporta en general.

“Por eso la inteligencia artificial y el amor no van de la mano, solo a primera vista. Puede que los algoritmos no sean capaces de sentir, pero posibilitan relaciones que implican cualidades muy personales, como la empatía, la apertura y la estabilidad emocional”, comentan los terapeutas Birgitt Hölzel y Stefan Ruzas, del despacho Liebling + Schatz, de Munich.