Seis obras de grandes artistas, las fachadas de tres emblemáticos edificios londinenses y hasta un dinosaurio fueron blanco en el último mes del vandalismo de extremos movimientos ecologistas que con ello dicen ‘elevar’ su protesta por la inacción global ante el cambio climático.
Lo que para los militantes del colectivo inglés “Just Stop Oil” y Last Generation es la máxima expresión de su inconformismo, para el resto del mundo son actos de “vandalismo puro” y que dejan en evidencia, como lo señala el director del museo Barberini de Postdam (Alemania) que las “normas internacionales del arte ya no son suficientes”.
Sopa, puré, pinturas y pegamentos son las armas con las que estos extremistas mediambientales han utilizado contra sus ‘indefensas víctimas’: obras de Van Gogh, Monet, Johannes Vermeer, los edificios londinenses del ministerio del Interior, el MI5 (servicio de inteligencia nacional), el Banco de Inglaterra, la sede del grupo mediático News Corp, y hasta un esqueleto de dinosaurio exhibido en el Museo de Historia Natural de Berlín.
Amén de la condena global, funcionarios y expertos piden a estos atacantes del arte, los que si bien logran llamar la atención con sus acciones, las que acompañan con eslóganes como "¿Qué vale más, el arte o la vida?", preguntarse si ese vandalismo realmente cambia algo la situación por la que protestan.
Por su parte, Tristram Hunt, del Victoria and Albert Museum de Londres, expresa su preocupación con el "lenguaje nihilista" que rodea las protestas, que lleva a pensar "que no hay lugar para el arte en tiempos de crisis", mientras que la ministra francesa de cultura, Rima Abdul Malak, dijo que es absurdo que en la defensa del clima se busque destruir una obra de arte.
Como se sabe, la pintura, la escultura y la arquitectura son parte del legado histórico del que gozarán las generaciones venideras y conforman en gran medida el patrimonio de la humanidad. Nada tiene que ver con el cambio climático y por tanto pagar los platos rotos de las políticas y uso que se hace, a nivel global, de los combustibles fósiles.
Los actos vandálicos arriba mencionados fueron precedidos por el realizado el 31 de mayo por un hombre perpetró contra el retrato más famoso del mundo, la Mona Lisa y el del 9 de octubre cuando dos activistas se pegaron a un cuadro de Picasso en el museo de Melbourne, el que afortunadamente no sufrió daño alguno gracias a la protección que tenía.
En el museo parisino de Louvre, un hombre disfrazado de anciana que se movilizaba en una silla de ruedas, saltó de la misma para embadurnar crema de pastel contra el grueso cristal que protege la icónica obra de Da Vinci, mientras gritaba “Piensen en la tierra”.
- Le puede interesar: OMS confirma segunda persona contagiada de gripe aviar
Todos estos activistas comparecieron ante la justicia, les impusieron sanciones económicas y están a la espera de juicio, mientras los atacantes del cuadro “La joven de la Perla” en el museo Mauritshuis de Países Bajos, quienes fueron condenados a dos meses de cárcel.
Estas han sido las acciones vandálicas del extremismo ecologista realizados en el último mes:
1. Sopa contra “Los Girasoles”. Anna Holland, de 20 años, y Phoebe Plummer, de 21, activistas de “Just Stop Oil” ingresaron el 14 de octubre a la londinense National Gallery y arrojaron dos latas de sopa de tomate sobre el lienzo del maestro impresionista holandés, Vincent Van Gogh, valorado en 84,2 millones de dólares. Tras lanzar la espesa sustancia, se arrodillaron frente a la obra y se pegaron con cola a la pared. Exigían con su acto que el gobierno británico detuviera todos los proyectos de exploración de hidrocarburos en el país, El cuadro en sí no resultó dañado, ya que estaba protegido por un vidrio, pero sí el marco, que sufrió "daños menores", según dijo la galería. Tras comparecer ante el juez y alegar inocencia, están en libertad bajo fianza a la espera del juicio el 13 de diciembre.
2. Puré a Les Meules (Los Pajares). Días más tarde, el 23 de octubre, la mira de los ambientalistas se enfocó en este cuadro de Monet, que alberga un museo de Berlín. Cuatro personas llegaron frente a la pintura, dos de ellas lanzaron la masa viscosa que luego se determinó era puré de papa y los restantes se fijaron al suelo con pegamento. Ecologistas de Last Generation cubrieron con puré el vidrio protector de la obra "Les Meules", de Claude Monet. Después posaron de la misma forma que los activistas que lanzaron sopa de tomate a "Los Girasoles" en Londres. Y al igual que en los otros ataques, la protección de la pintura evitó que fuera dañada.
3. Líquido contra “La Joven de la Perla”. Dos de las tres personas que lanzaron un líquido rojo contra "La Joven de la Perla" de Johannes Vermeer en el museo Mauritshuis de La Haya, fueron condenados a dos meses de prisión por violencia pública contra bienes. Ellos fueron quienes se acercaron al lienzo, que también protegido por un cristal, salió ileso del ataque. La otra persona pegó su cabeza al cuadro. Todos tenían camisetas de "Just Stop Oil". El juez del caso consideró la probada intención de destrucción contra el cuadro y calificó de "impactante" la acción de protesta. "Es posible que tratara de causar el menor daño posible, pero por la forma en que actuó aceptó la posibilidad de que la pintura pudiera dañarse", dijo. El tercero de los involucrados no ha comparecido ante los tribunales por no estar de acuerdo con el juicio rápido, pero será juzgado en el futuro Por su parte, el museo lamentó la "indefensión" del arte y condenó cualquier intento por dañar las obras, independientemente de sus objetivos.
- Le puede interesar: Intervención militar para evitar comunismo piden bolsonaristas
4. Pintura naranja contra edificios. También miembros del grupo ecologista Just Stop Oil rociaron el 31 de octubre en Londres pintura naranja en las fachadas del ministerio del Interior, el MI5 (servicio de inteligencia nacional), el Banco de Inglaterra y la sede del grupo mediático News Corp. "Estos edificios fueron elegidos porque representan los pilares que sostienen y mantienen el poder de la economía de los combustibles fósiles, el gobierno, la seguridad, las finanzas y los medios de comunicación", afirmó Just Stop Oil en un comunicado. Ocho personas fueron detenidas y están a la espera de juicio.
5. Pegadas a un dinosaurio. Y como si lo anterior fuera poco, el domingo 30 de octubre, dos ambientalistas se pegaron con goma a un esqueleto de dinosaurio exhibido en el Museo de Historia Natural de Berlín, en una protesta contra las políticas climáticas del gobierno alemán. Dos mujeres vestidas con chalecos naranja y miembros del grupo Last Generation se pegaron a los postes de metal que sostienen el esqueleto del dinosaurio de más de 60 millones de años, con una pancarta que decía: "¿qué tal si el gobierno no lo tiene bajo control?". Una de ellas, Caris Connell, dijo estar asustada con "los incendios forestales, la escasez de agua, el hambre y la guerra" y agregó que “los dinosaurios acabaron porque no soportaron los cambios masivos del clima. Eso también nos amenaza”. La otra manifestante Solvig Schinkoethe, dijo que, como madre de cuatro hijos, teme las consecuencias del cambio climático.
6. Puré de verduras contra “El Sembrador”. El más reciente acto de extremismo ecologista tuvo lugar este viernes. Fue protagonizado por miembros de Last Generation, quienes lanzaron puré de verduras sobre el cuatro 'El Sembrador' de Vincent Van Gogh, expuesto en el museo del Palacio Bonaparte, en la capital italiana, Roma. La obra no sufrió daños gracias al cristal que lo protegía. Los vándalos aseguraron que el presente se está viendo "eclipsado por una catástrofe real e inminente", al igual que “los elementos más destacados del cuadro -el campo, el agricultor y su casa- se ven desvanecidos por el puré de guisantes vertido sobre la pintura”. Es la segunda obra de Van Gogh, blanco de ataques en menos de un mes./Redacción internacional con AFP