Desde el Coliseo de Mosquera, Cundinamarca, el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, junto con la Gobernación de Cundinamarca, ICBF y demás autoridades locales, anunció la expedición de un pacto social que permitirá sacar a más de 522 mil niños, niñas y adolescentes entre cinco y 17 años del flagelo del trabajo infantil en el país.
Asimismo, el jefe de la cartera aseguró que se fortalecerá la prevención y articulación a través de alianzas estratégicas que permitan abordar esta problemática de manera integral. “El niño no puede ser una fuente de trabajo y de ingreso para la familia porque la meta para 2022 es bajar la cifra de trabajo infantil del 5% al 3%”, expresó el ministro.
También, Cabrera señaló que “queremos que el niño no esté ejerciendo actividades de trabajo sino estar en una escuela aprendiendo, conviviendo y que retomen sus espacios de juego, recreación y, lo más importante, que formemos niños y jóvenes en beneficio de la paz de Colombia”.
De igual manera, aseguró que “los menores hoy reclaman la presencialidad en sus colegios para poder compartir con sus compañeros y adquirir los conocimientos y además porque el covid-19 dejó secuelas en materia de depresión y salud mental y por eso se debe rodear a los niños”.
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Además, resaltó el reconocimiento que recibió Colombia por los avances significativos para erradicar este flagelo. “Colombia está haciendo bien la tarea y en el municipio de Mosquera, la niñez es un compromiso gigante”, puntualizó.
De otro lado, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, aseveró que en el sector de la minería en la zona se tiene un reto: “El compromiso para no tener niños en las canteras laborando e igualmente iniciaremos un trabajo especial en la provincia de Ubaté para garantizar que los menores estén en los colegios, en los parques y no trabajando”, comentó.
Mientras que el alcalde del Mosquera, Gian Carlo Gerometta, mencionó que la firma de este pacto va a permitir que no haya más trabajo infantil. “Ni en las empresas ni en las esquinas, porque el abuso de los menores no se puede permitir”, aseguró.
Finalmente, la subdirectora del ICBF, Liliana Pulido, reiteró que “el trabajo infantil es una forma de violencia y afecta a uno de cada 10 niños en el mundo, vulnerando sus derechos, impidiendo su desarrollo integral y va en contra de la dignidad de cado uno de los niños, niñas y adolescentes”.