Con carta blanca para pasar la página del Brexit, insta a todos a "cerrar heridas" para concentrarse en la nueva era del Reino Unido. Conservadores lograron 365 escaños y laboristas 203
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Con el contundente mandato que le dieron los británicos en las urnas y ratificando su compromiso de cumplir con el Brexit, el próximo 31 de enero, el primer ministro conservador, Boris Johnson, instó a todos sus gobernados a pasar la página de “las peleas y disputas políticas para cerrar las heridas” y concentrarse en una nueva era para Reino Unido.
Remozado por el aplastante triunfo que le dio a los conservadores la mayoría en el nuevo Parlamento (Cámara de los Comunes), Johnson visitó a la reina Isabel II y tras ello recordó los tres años y medio de debates, "cada vez más áridos", que se han tenido a cuenta de la salida del país de la Unión Europea para enfatizar que es hora de entrar en una nueva etapa.
"Sé que después de cinco semanas de campaña, esta país se merece salir de las peleas, de la política, de una conversación permanente sobre el Brexit", ha dicho el 'premier', que espera anunciar la composición de su próximo gabinete el lunes.
La BBC prevé que haya pocos cambios en un gobierno que parece más centrado en zanjar cuanto antes la aprobación del Acuerdo de Retirada, que podría someterse de nuevo a votación el próximo viernes. En esta ocasión, el Ejecutivo hará valer su mayoría absoluta.
Johnson ha prometido tener en cuenta también a quienes no han respaldado al Partido Conservador en los recientes comicios, a aquellos que pueden tener "simpatía por otros países de Europa" y que se han posicionado en contra de la salida de Reino Unido del bloque comunitario.
La "prioridad absoluta" de su Gobierno, ha apuntado, será el sistema de salud público, una "idea simple y maravillosa" que ya había tratado de destacar durante una campaña que, sin embargo, estuvo en gran medida monopolizada por el objetivo de Johnson de consumar el Brexit el 31 de enero de 2020.
Así, el tan anunciado, negociado y renegociado divorcio de la Unión Europea será cosa hecha en el tiempo establecido. "Pondré fin a todas esas tonterías y llevaremos a cabo (el Brexit) a tiempo el 31 de enero, sin 'si', sin 'pero', sin 'tal vez'", afirmó un Johnson.
En el poder desde julio pero con minoría en el Parlamento, el carismático y controvertido premier hizo la arriesgada apuesta de anticipar los comicios y los ganó, con un resultado tan sorprendente como histórico, ya que los conservadores ‘tories’ no habían tenido una victoria así desde 1987 con Margaret Thatcher y, los laboristas, registraron una debacle electoral que no veían desde 1935.
Así las cosas, sumando una tras otra circunscripciones tradicionalmente obreras, el Partido Conservador obtuvo 365 escaños de los 650 que conforman la Cámara de los Comunes (47+ que en 2017), mientras que en el otro bando, la decepción y la sorpresa de los laboristas fueron mayúsculas ya que lograron 203 diputados (59-), mientras que en el tercer lugar se encasilló el Partido Nacional Escocés SNP, con 48 curules (+13). Por su parte el Liberal Demócrata logró 11 (-1) y su líder Jo Swinson renunció a la jefatura tras perder su escaño, mientras el Partido Unionista Demócrata (DUP) alcanzó 8 (-2).
El líder laborista Jeremy Corbyn anunció que lanzará “una reflexión” interna y no liderará el partido en unas próximas elecciones.
Tras el descalabre electoral, el dirigente político denunció que desde que asumió las riendas de su formación ha recibido “más ataques personales” que “ningún otro líder político y eso sucede todo el tiempo. “Hablaré con nuestra ejecutiva nacional sobre el futuro”, indicó.
Y agregó que “que espero es que tengamos un periodo en el que habrá una discusión en el seno del partido. Será en algún momento de la parte inicial del año”.
Pero lo cierto es que la debacle electoral de la oposición, que había prometido transformar el país con un programa muy izquierdista de lucha contra la desigualdad, se debe a la indefinición de Corbyn, quien durante la campaña reiteró que si llegaba al poder prometía enzarzarse en la negociación de un nuevo acuerdo con Bruselas, que mantuviese estrechas relaciones entre ambas partes, y someterlo a otro referéndum junto con la posibilidad de permanecer dentro de la UE.
Fue precisamente eso lo que decepcionó a muchos votantes de bastiones laboristas, especialmente del norte de Inglaterra, que prefirieron dar su aval al líder conservador, para que como decía su lema “Get Brexit done”, (realizar el Brexit de una vez por todas).
La aplastante victoria de Johnson y los ‘tories’ no solo consolidan a ‘BoJo’, como llaman al líder conservador como un hombre sagaz y arriesgado, sino que pone fin al bloqueo político en Reino Unido y adentra al país en una etapa comercial y económica diferente, con incertidumbres pero también con muchas expectativas.
Ahora, Johnson podrá presentar la próxima semana su acuerdo de Brexit al nuevo Parlamento, aunque previsiblemente no será aprobado hasta enero. Para entrar en vigor, el texto debe también ser ratificado por el Parlamento Europeo, en nombre de los otros 27 países miembros. Sus líderes, reunidos en una cumbre en Bruselas, parecían respirar tranquilos por la certidumbre que dará este resultado.
La Unión Europea está “preparada” para negociar su futura relación con el Reino Unido tras el Brexit, dijo ayer Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. La canciller alemana, Ángela Merkel, también afirmó querer cooperar para lograr una “estrecha asociación” entre los dos países.
Entre tanto, el resultado electoral británico agitó positivamente los mercados. Así se vio reflejado en el impulso de la libra esterlina y los movimientos de las principales bolsas europeas como la de París, Fráncfort, Madrid y Milán.
Decidido por referéndum con 52% de los votos en 2016, el Brexit debía tener lugar el pasado marzo. Pero el rechazo de un Parlamento fragmentado al acuerdo de divorcio negociado con Bruselas obligó a aplazarlo tres veces.
La abrumadora victoria conservadora, fruto de la arriesgada apuesta y terquedad política de su líder Johnson fue destacada tanto por propios como por opositores, al igual que a nivel global. Todos coinciden en que más que un logro político fue un claro espaldarazo para cumplir con el divorcio de la Unión Europea y llevar al Reino Unido a una nueva era. Johnson tiene carta blanca para escribir una nueva historia y convertirse en el motor del renacimiento británico.