Asad asegura que no ordenó ejecuciones | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Diciembre de 2011

EL  presidente sirio Bashar al Asad negó  en una entrevista difundida por la televisión estadounidense que haya dado órdenes para matar a manifestantes opositores, señalando que "solamente un loco" haría una cosa así.

Hablando para la cadena ABC News, Asad cuestionó además el balance ofrecido por la ONU sobre una cifra de más de 4.000 muertos desde que comenzaron las movilizaciones de la oposición en Siria y dijo que la mayoría de las víctimas de la violencia eran seguidores de su gobierno.

Asad, hablando con la veterana periodista estadounidense Barbara Walters en una entrevista inhabitual con un medio extranjero, dijo que no es responsable de los nueve meses de derramamiento de sangre en su país y culpó de cualquier exceso a individuos más que a su régimen.

"Nosotros no matamos a nuestro pueblo", precisó Asad citado por ABC News. "Ningún gobierno en el mundo asesina a su pueblo, a menos que sea liderado por un loco", añadió.

"No hay ninguna orden para matar o ser brutal" en la represión, dijo Asad, quien además rechazó las sanciones internacionales contra su régimen y dijo que Siria ya ha implementado reformas democráticas.

El gobierno de Estados Unidos reaccionó a las declaraciones de Al Asad diciendo que está "alejado de la realidad" o "loco".

"Esto quiere decir que o bien perdió todo poder de mando en Siria y es una simple herramienta de otro, o bien está completamente alejado de la realidad", dijo el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner.

"Es o bien desconexión de la realidad o bien, como él mismo dijo, está loco. No lo sé", agregó.

Testigos y grupos de derechos humanos denunciaron que las fuerzas sirias han hecho un uso abusivo de la fuerza y de la tortura para aplastar cualquier amenaza contra el régimen de la familia Al Asad, que ya lleva cuatro décadas en el poder.

Naciones Unidas estimó en más de 4.000 las personas muertas desde que comenzó en marzo pasado la revuelta en Siria, como parte de la ola en pro de la democracia que barre el mundo árabe y que ya provocó el derrocamiento de los regimenes en Túnez, Egipto y Libia.

Asad rechazó ese balance de muertos diciendo: "¿Quién dice que las Naciones Unidas son una institución creíble?".