Salubridad | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Enero de 2016

Luego de las críticas surgidas por el lavado de la fachada del Congreso, debido a que se hizo en medio de los llamados a ahorrar agua, la Dirección Administrativa del Senado, a través de  Martha Blanco, de la oficina de Bienes y Servicios, le dijo a esta sección que “hay que hacer realmente el aseo al capitolio debido al excremento de la paloma. El excremento es un tóxico y si no se remueve a tiempo puede causar problemas de salubridad hacia el ciudadano, como problemas respiratorios”.

 

Con agua

La funcionaria señaló que se hizo con agua y no con otro sistema porque “el líquido daña la piedra y largo plazo generaría más costos si no se limpia a tiempo. Y el agua diluye el excremento. Eso no se va con un trapo, ni con una escoba. Eso no es un derroche”.

 

Exige justicia

Ayer monseñor Libardo Ramírez Gómez, presidente del Tribunal Nacional Eclesiástico, amaneció disgustado con la manera como se está presionando a los jueces para que prenda El Quimbo y no lo apaguen: “Estoy hablando en tono fuerte y bravo con las injusticias, atropellos que se han cometido con El Quimbo. Por ejemplo, escrituras, cero pollitos. Y a los pobres no les cumplen. Los tienen sin agua”.

 

La voz alta

El prelado oriundo del departamento del Huila manifestó que “la única manera de llamar la atención ha sido esta. Y afortunadamente unos jueces que se amarraron los pantalones. Y la misma Corte que a veces hacen cosas que uno no acepta, aquí sí atinaron. Y les dijo: Ustedes cumplen y los dejamos funcionar. Eso es lo que estamos pidiendo: que cumplan”.