Un día expresó hermosamente Marcelino Menéndez y Pelayo: “Ahí os entrego el idioma más hermoso del mundo. Haz que mientras lo uses si no se mejora, por lo menos no se deteriore”. Y los greco romanos repetían: Tal vida, tal lenguaje; allí donde veáis un lenguaje corrompido, podéis afirmar que las costumbres están igualmente pervertidas”.
El dinámico humanista Jaime Posada, presidente de la Academia Colombiana de la Lengua, para festejar en forma memorable la clásica fecha del 12 de Octubre –Descubrimiento de América- posesionó como miembro “honorario” al calificado intelectual y ex-ministro de Estado, Carlos Rodado Noriega, quien disertó con brillo sobre “La formación de la lengua española y su evolución histórica”. Con motivo de este evento la institución designó al veterano académico Antonio Cacua Prada para que pronunciara una oración de fondo, lo que hizo con excepcional acierto. El acto fue todo un acontecimiento humanístico, ilustrativo, enriquecedor y enaltecedor. La enorme concurrencia estuvo encabezada por el ex presidente Belisario Betancourt, jerarcas de la Iglesia como Monseñor Libardo Ramírez y altos dignatarios.
Después de la aparición de Cristo y fundar el “catolicismo, lo más trascendental que ha ocurrido en el mundo fue el “Descubrimiento de América por Cristóbal Colón”. Al embajador de España en Colombia, Pablo Gómez De Olea, le decía que entre las numerosísimas instituciones que fortalecieron a América sobresalen dos: el catolicismo y el idioma. El cristianismo supera a muchas organizaciones como concepción filosófica, moral, jurídica, estética e intelectual del mundo y del destino humano. Napoleón repetía: “Si yo no fuera cristiano por convicción, lo sería por conveniencia. Ninguna religión encarna con más fuerza el sentido de dignidad y de trascendencia humana”. Y, en cuanto al idioma, entre los miles conocidos, sólo se compara con el español, el inglés y el francés. Para varios expertos pocos superan nuestro idioma en arrogancia, sonoridad y policromía. Se oye un comentario. El alemán se creó para dar órdenes marciales, el francés para cantarle al amor, el italiano para el bel-canto y el español para hablar con Dios.
El descubrimiento de América tuvo abundantes significados. Los científicos hallaron nuevos mundos para desplegar la acción de sus investigaciones. En América se encontró una poderosa fauna, flora, montañas llenas de riqueza que absorbieron la atención de los geógrafos; constelaciones nuevas que fueron estudiadas con avidez por los astrólogos; plantas medicinales y productos químicos valiosísimos que favorecieron el avance de la medicina y de la química.
La oratoria de Antonio Cacua Prada es de hondo contenido académico y lo que es más interesante, escénica con energía y talento su discurso. Oírlo es maravilloso. En la madurez procura hacer trabajos perdurables que tengan resonancia humanística. Carlos Rodado Noriega desde joven se perfiló como un estadista. Vive en función de la cultura. Su mismo trabajo de ingreso como honorario a la Academia Colombiana de la Lengua lo convirtió en un denso y respetable libro que será leído con devoción y provecho.