ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Octubre de 2012

Cómo se cuenta el tiempo

humanidad, para diferentes efectos, a través de toda su existencia ha tenido como preocupación la de medir el tiempo. Hay evidencias de que el primer calendario fue creado en Egipto; parece que surgió de la necesidad de predecir las crecidas del Nilo para efectos agrícolas. Los romanos tuvieron diferentes calendarios lunares que establecían determinadas duraciones del año, hasta cuando optaron por uno de 304 días distribuidos en 10 meses de diferentes duraciones de días lo cual, al final, arrojaba la necesidad de hacer reajustes anuales, de acuerdo con las observaciones astronómicas; esto condujo a que las estaciones no se sucedían conforme a la manera como se contaba el tiempo. Así pasaron los años y los siglos hasta cuando el sucesor de Rómulo cambió el calendario y dispuso que el año debería tener 12 meses. Julio César, debidamente asesorado dispuso adaptar el calendario, de suerte que las estaciones correspondieran a los momentos astronómicos en las cuales sucedían.

Fue en el año 46 a. C. que se estableció el nuevo calendario que en honor de su implantador, Julio César, se llamó el calendario juliano, que en su primer año de vigencia, para corregir los errores que se habían venido acumulando, tuvo 445 días y de ahí en adelante los 365 días anuales y cada cuatro años 366. Para ello el 24 de febrero se contaba dos veces, de ahí el nombre de año bisiesto. Se llegó al papado de Gregorio XIII quien en 1582 puso en vigencia el calendario gregoriano, denominado así para honrar su nombre, que corrige el desfase producido por el Concilio de Nicea celebrado en 325 d. C. el cual había fijado el momento en el cual debería celebrarse la Pascua y todas las demás fiestas religiosas. Esta modificación que se promulgó por medio de la bula Inter Gravissimas fue en desarrollo de un acuerdo del Concilio de Trento reunido en el siglo XVI a partir de 1545. El desfase resultó de computar durante 1.257 años transcurridos según el calendario juliano entre el 325 y el 1582 a razón de 11 minutos por año lo cual significó que del  4 de octubre de 1582  se pasó al 15 de octubre de ese mismo año. Esos diez días, ese año, no existieron, se perdieron.

El calendario gregoriano se extendió prácticamente a todo el mundo y hoy por hoy es el que mide el transcurso del tiempo. Como este calendario adelanta medio minuto al año por la rotación de la Tierra alrededor del Sol, dentro de 3.300 años habrá que hacer el ajuste de un día. Dejaremos este problema a quienes tengan el manejo de este tema en esa época.

Como el descubrimiento de América se hizo cuando estaba vigente el calendario juliano el 12 de octubre de 1492, si esta fecha no fue ajustada según lo dispuesto por la bula Inter Gravissimas” que promulgó el calendario gregoriano, hemos estado celebrando el día de nuestro descubrimiento el día que no fue.