Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 16 de Abril de 2016

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Costa Rica, país singular

 

LAS  visitas  a Costa Rica siempre compensan el gusto de quien las realiza. Si se trata de un colombiano que de tiempo atrás por razones de índole familiar ha conocido el país, ahora tiempo después, bastantes años después, ha tenido el gusto, el privilegio y la satisfacción de recoger sus pasos y comprobar, con mayor razón que sus impresiones de hace bastantes años no solamente no se han modificado sino que se han aquilatado mucho más. Este parece ser uno de los pocos países, si no el único, en donde el colombiano no se siente extranjero. La manera de ser de los ticos es estupenda carta de presentación, habitantes de un país singular en América Central con cerca de cinco millones de habitantes, dos de los cuales está asentados en su capital San José. Una de las primeras impresiones es que esta capital ha ido creciendo en forma periférica incorporando y mejorando poblaciones vecinas como Escazú, Heredia, Alajuela, Cartago y otros formando un área metropolitana de características estupendas por sus vías comunicación, su distribución urbanística, centros comerciales y  culturales, teatros, restaurante, en fin, comodidades y disposición de bienes y servicios al nivel de cualquier capital del mundo.

 

El origen de Costa Rica  tiene que ver con la Capitanía General de Guatemala de la cual fue Provincia cuya capital hasta 1823, cuando se dispuso que San José lo fuera; sus orígenes se remontan a un pequeño enclave o caserío creado en 1737 denominado inicialmente Vista Buena del Monte. Hoy limita el país por el norte con Nicaragua, sus vecinos las “nicas”, por el sur con Panamá, por el oriente con el mar Caribe y por el sur con el Pacífico.

 

De visita en Costa Rica es de rigor visitar sus puertos tanto en el Pacífico como en el Atlántico o Caribe. Uno de ellos es Puerto Limón, el principal y mayor de Costa Rica, donde se llega por una bellísima carretera de ciento cincuenta kilómetros en donde a lado y lado está la naturaleza tan celosamente mantenida y preservada por los ticos. Árboles y plantas hacen las delicias del viajero observador; en algunos sectores es tal la majestuosidad de la naturaleza que la vía bien pareciera que transcurre por entre un túnel vegetal. Pero bueno, nuestro viajero tuvo un pequeño  contratiempo en el camino, ya en jurisdicción de Limón como le dicen los “ticos” en forma abreviada a Puerto Limón, lo cual lo obligó con ayuda de todos los vecinos que fueron testigos, con una amabilidad sin límites, a trasladarse al Hospital Dr. Tony Facio Castro del Seguro Social, más conocido como el Hospital Tony Facio.  El pequeño contratiempo del viajero fue atendido con  atención esmerada por el médico Fredy Morales Jiménez quien con delicada dedicación se ocupó de hacer las curaciones del caso; dadas las características del contratiempo ordenó que le fuera hecho un estudio radiológico el cual fue realizado en forma inmediata. 

 

Lo más particular de este episodio es que en este proceso nuestro colombiano  fue atendido sin que siquiera fuera preguntado  su nombre; simplemente se trató de un herido que requería atención médica y así fue tratado. Ese colombiano aquilató así la amabilidad de los “ticos” por lo cual les quedó muy reconocido. Ese colombiano es este columnista que no puede dejar de agradecer a Costa Rica la manera como con él se portaron. Y lo hace públicamente