ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Junio de 2012

125 años de Sociedad Colombiana de Ingenieros

 

La independencia de la corona española de nuestra patria data de la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, es decir, hace ciento noventa y un años que somos independientes, trecho de la historia durante el cual se ha ido moldeando el talante de nuestra nacionalidad con todos sus defectos y cualidades.

La Ingeniería colombiana no ha sido ajena a la formación de este talante nacional, como no lo ha sido en su aporte y participación en la construcción tanto de la infraestructura física del país como en la formación de contingentes de ingenieros y en disciplinas aparentemente disímiles a las ciencias exactas a las cuales somos tan aficionados e inclinados los ingenieros. Muchos colegas se han distinguido en la administración pública, en la política, en los negocios, en la industria, en las letras, en las bellas artes, en la literatura, en fin, en todos los campos del saber y del cultivo de la mente. Varios ingenieros han sido presidentes de Colombia como Laureano, Gómez, Mariano Ospina, Virgilio Barco, Rubén Piedrahita y Rojas Pinilla como para mencionar solamente a aquellos que tuve la oportunidad de conocer.

No fue obra de la casualidad que el general Mosquera en 1861, cuarenta y dos años después de Boyacá, dispusiera la creación de la escuela de ingeniería hoy la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional, para reemplazar al Colegio Militar que desde 1845 se dedicaba a formar personas con conocimientos suficientes para ocuparse en asuntos de ingeniería. Fue tal la necesidad de que algún órgano gremial se ocupara en dirigir y orientar tanto a los ingenieros así como el ejercicio de la profesión, que en 1887 se fundó, por parte de unos ingenieros visionarios la Sociedad Colombiana de Ingenieros que está de cumpleaños, el número 125. La segunda mitad del siglo XIX fue de grandes transformaciones políticas, como fue la Constitución de 1886; rigió la formación de la fisonomía como nación hasta cuando en 1991 decidimos darnos una nueva, pero cuyo espíritu no ha sido abandonado. La Sociedad Colombiana de Ingenieros ha participado en la vida nacional durante un período importante de nuestra vida independiente; fundada un año después de la Constitución de 1886 fue testigo de la desaparición de su vigencia formal y sigue vigente 125 años después, prestándole grandes servicios a la nación como que es ente consultivo del Gobierno nacional por disposición de principios del siglo XX.

La SCI no se ha limitado a la representación gremial sino que ha sido activa en el campo académico. Forma parte del Colegio Máximo de las Academias hoy bajo el cuidado de Jaime Posada. Allá al lado de académicos de la lengua, de la historia, de las ciencias exactas físico químicas y matemáticas, de la economía, de la jurisprudencia, de la arquitectura, de la medicina, en fin, de lo más granado de la intelectualidad colombiana participa en los grandes debates intelectuales y científicos que interesan al país.

La vida efímera de nuestras organizaciones nacionales no es aplicable a la SCI. Junto a la Academia Nacional de Medicina fundada en 1873 son quizás los órganos gremiales y académicos decanos en Colombia.