Todas las miradas están puestas, al comienzo del gobierno del presidente Gustavo Petro, en la reforma tributaria. Sin embargo, como lo presentó el equipo de empalme, los cien primeros días van a ser noticia permanente y no darán respiro.
Varios de los primeros anuncios no sorprenderán porque es de esperar que insistirá en acciones que no sólo mencionó como candidato sino también desde su campaña y administración como alcalde de Bogotá D.C. y como senador.
Muchos ejemplos pueden darse en este sentido: introducir más elementos de medicina preventiva (que complementa la reforma estatutaria y estructural de la salud, en su enfática decisión de volver el sistema únicamente público), eliminar las nóminas paralelas del Estado (contratos por servicios) y volver a pensar en el diseño subterráneo del metro de Bogotá.
En la pasada columna se vio, por ejemplo, la conformación de una mesa específica para el Metro de Bogotá y la insistencia en la intervención urbanística en el proyecto de la línea de la Calle 72 a la Calle 100.
Asimismo, una mirada rápida a la mesa de Bogotá, da cuenta de incluir en el Plan de Desarrollo o en nuevos proyectos de ley temas como permitir sobre predios ya expropiados un uso social diferente a la motivación que los originó. Es decir, pueden estar en la mira predios adquiridos para la Avenida Longitudinal de Occidente, pensada en especial para el transporte de carga, muy seguramente previstos para el tramo Norte que se frenó, quedando inconcluso el proyecto transversal. Esta se unía a la Autopista Central y generó debate sobre si efectivamente atravesaba o no un componente importante de la reserva Van Der Hammen.
Incluye modificar las leyes para ampliar posibilidades de poder invertir y usar predios que aporten a la denominada estructura ecológica principal. La pregunta es si se trata de buscar mayores posibilidades para adquirirlos vía expropiación, aún en términos legales. Para los proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS) y de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) se eliminaría la posibilidad de compensaciones a los constructores.
También se insiste en hacer un seguimiento “anticorrupción” a todo aquello que tenga que ver con la CAR, el río Bogotá y las inversiones de la planta de tratamiento Canoas (PTAR). Proyecto que recibirá las aguas residuales de las cuencas del río Fucha, Tunjuelo, Tintal y del casco urbano de Soacha, que son transportadas por los interceptores y elevadas por la Estación de bombeo de Canoas.
El reciente llamado a sus ministros a acabar con las nóminas paralelas (los contratistas por servicios), que en muchas entidades superan a los funcionarios de nómina, ya había sido propuesto hacia enero del 2012 en el ejercicio de su alcaldía. Por entonces, el ministro de trabajo, Rafael Pardo Rueda, advertía la necesidad de hacer un desmonte bajo un plan específico y buscar primero opciones de formalización para estas personas.
Esos contratos sobrepasaron la jurisprudencia constitucional en el sentido de hacerlos solo cuando dichas actividades no las pudiera realizar el personal de planta o requirieran de conocimientos especializados. Hoy se argumenta en la austeridad del gasto, en simultáneo con la expectativa del recaudo de mayores ingresos vía la reforma tributaria.
Algunas medidas, entonces, se podían dar por cantadas. Su hincapié hace en parte previsible su mandato, más allá de la incertidumbre que para muchos aún transita en el entorno.
Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI