AMYLKAR D. ACOSTA M. | El Nuevo Siglo
Martes, 27 de Agosto de 2013

Objeto del deseo

 

Indudablemente  las empresas más codiciadas por el sector privado en este momento, justamente por ser las tres joyas de la Corona en manos de la Nación, son en su orden Ecopetrol, ISA e Isagen y por ello mismo se han constituido en objeto del deseo de los intereses creados. Isagen es la tercera gran generadora que alimenta el SIN, después de EPM de Medellín y Emgesa. Cuenta con seis centrales de generación, dos trasvases y el proyecto de Hidrosogamoso, a punto de culminarse. Además, tiene en su carpeta 6 proyectos más para su ejecución.

Actualmente cuenta con una capacidad instalada de 2.212 MW de potencia, que se complementará con los 820 MW adicionales una vez entre en operación Hidrosogamoso, superando los 3.000 MW. Su capacidad de generación oscila en torno de los 9.683.6 GWH, de los cuales 9.167.86 son de origen hídrico y 515.73 de origen térmico; su participación en el mercado no regulado es de 21.4% y abastece a 272 clientes industriales.

Huelga decir que al perderse el control de Isagen por parte del Estado, la base de generación del país quedaría, excepción hecha de Empresas Públicas de Medellín, prácticamente en manos de los particulares y recordemos que los únicos proyectos nuevos de generación que han entrado en funcionamiento en los últimos años han sido los que han ejecutado las empresas públicas; de modo que, si nos hubiéramos atenido a los privados el país se habría visto a gatas para responder a los requerimientos del sector.

Resulta por lo demás  curiosa la tesis del exministro de Minas y Energía, Jorge Eduardo Cock, que “el tamaño de la empresa le da posición dominante en el mercado, lo que con propiedad mayoritariamente del Estado central resulta más inconveniente” que si, en cambio, estuviera en manos privadas. Definitivamente, una mala causa empeora cuando se la trata de defender.

Asumiremos, entonces, el riesgo de quedar a merced de la iniciativa privada que se rige por reglas distintas, que respondenal interés particular que no siempre coincide con el interés público. Como bien lo dice el director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional, Germán Corredor, con la venta de Isagen el Estado “se quedará sin un back-up en caso de requerir construir una hidroeléctrica para atender una emergencia energética”.

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