Nos estamos familiarizando con la anarquía. Etimológicamente esta palabra significa ausencia del poder público y en la práctica significa el fin de todo. Y, designa, de una manera general ausencia de norma, de jerarquía, de autoridad y de gobierno.
No sé si me estoy volviendo más viejo y ya me aterra todo lo que veo o si en verdad lo que se ve es aterrador. Los jueces dejan libres a culpables de homicidio por que sí (vaya usted a saber el real motivo). Por eso es que la criminalidad no acaba. El magistrado Malo es perverso, no suelta su lonchera, pero entorpece el ejercicio de la justicia como poder público del Estado. Y, no hay norma que pueda con él. Los que nunca han pagado un impuesto en su vida, han sido unos gorreros del Estado a punta de victimizarse, tienen todos los privilegios. Y, tampoco hay norma que pueda con ellos. Y, en el caso de que haya norma, pues no la aceptan y acuden a mecanismos internacionales de justicia. En otras palabras, les importa un pepino esta justicia parroquial.
¿En qué país del mundo usted puede salir a practicar hobbies en la infraestructura pública? En Colombia, no solo pueden hacerlo, sino que tienen más derechos que quienes las usan para lo que fue diseñada. Tiene el respaldo del Estado para hacer lo que sería inaceptable en cualquier otro lugar en donde no hay anarquía sino imperio de la ley. Usted ciudadano: empiece por hacer la fila, respetar las señales de tránsito y en casos más extremos, absténgase de matar y robar. Usted político y funcionario público de alto nivel: respete la ley, dígale a su escolta que no estacione donde le dé la gana a usted “haga la fila” también. No robe. Recuerde que usted vive de nuestros impuestos y en últimas eso lo vuelve en un empleado nuestro. Policía: usted como fuerza de naturaleza civil garantice la seguridad de todos, no solo la de su patrón (funcionario o político). Juez: honre la ley y aplíquela a cabalidad. No se preocupe si hay o no cárceles. Ese no es su problema. Pero por favor no nos recicle delincuencia en la sociedad. Congresista: honre la ley y ¡prepárese! La gente no puede hacer lo que se le dé la gana y eso es lo que nos está pasando. Por garantistas y proteccionistas nos volvimos una sociedad anárquica.