Celebrando la democracia
EL voto no es sólo un derecho y un deber que tenemos los colombianos. El voto es una conquista de la humanidad por medio del cual tenemos la libertad de elegir a nuestros gobernantes. El voto es una manera de celebrar la democracia. Celebrar que somos libres y que podemos elegir a quien creamos sean los más idóneos para dirigirnos.
Imaginemos por un instante una Colombia sin elecciones, sin democracia, subyugada por alguna dictadura militar que lo abarque todo y en la que no exista libertad ni garantías para los derechos civiles. Lo pueden imaginar por un instante. No más elecciones, nadie podría hacer huelgas, ni manifestaciones. Tocaría aguantar los deseos de un dictador adueñado del poder. Un solo partido dominante, medios de comunicación manipulados y sin libertad de prensa.
Quizás para algunos suene absurdo, pero precisamente una situación similar viven muchos países que no disfrutan de una verdadera democracia. Afortunadamente esa no es la situación de Colombia y podemos participar en política con libertad y votar por quien queramos. Sin embargo, con todo esto contamos con casi 50% de abstención. Parece que no valoramos lo que tenemos. Y muchos se dan el lujo de decir que son apolíticos, que nunca han votado, ni votarán y así se quedan dormidos y al margen de las decisiones del país
Este 30 de octubre elegiremos autoridades locales. Los nuevos gobernadores, diputados, alcaldes, concejales y ediles serán escogidos por nosotros. ¿Seguiremos haciéndole el quite a la democracia o saldremos con alegría a votar por los mejores?
Muchos departamentos y ciudades han permanecido estancados por una clase política corrupta y ahora tenemos la oportunidad de cambiarlo eligiendo no sólo a los más preparados y a los que presenten las mejores propuestas, sino también a los más honestos y transparentes.
Tenemos que romper la indiferencia y la apatía. Si bien es cierto que por décadas muchos políticos han engañado, también es cierto que en nuestras manos está la oportunidad de cambiar las cosas y de dar nuestro voto por candidatos que en verdad tengan un proyecto viable y promisorio para nuestras ciudades y departamentos.
No es tiempo de vender votos o de quedarse en la casa mientras tenemos la oportunidad de decidir. Es tiempo de reflexionar, indagar y conocer a los candidatos y de elegir a los que sean más adecuados para nuestras ciudades y departamentos. No votemos por los mismos corruptos que no harán nada por la comunidad. Levantémonos y votemos a conciencia.
Llegó la hora de celebrar la democracia de elegir con alegría a los mejores. De celebrar que vivimos en un país libre en el que podemos participar y votar por los que consideremos como las mejores opciones.
andresfrangel@hotmail.com
*Politólogo