Andrés Felipe Rangel Gómez* | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Mayo de 2015

UNA PREOCUPACIÓN GENERAL

La seguridad cojea en Bogotá

El  pasado lunes se presentó un atraco masivo en un bus de Transmilenio en Bogotá, según los testigos, aproximadamente diez hombres con armas blancas atracaron a un grupo de pasajeros en la estación de Transmilenio a las 7.40 minutos de la noche. La policía anunció una recompensa de 20 millones por información que conduzca a la captura de los sospechosos.

Es preocupante que las personas en Bogotá no puedan hacer uso de Transmilenio, o del transporte público en general con seguridad y sin la preocupación de que les roben sus pertenencias o que les hagan daño. Hechos como este deben llamar nuestra atención acerca de la seguridad en Bogotá y requieren que el gobierno distrital incremente las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Algunas de las cifras recientes en materia de seguridad, revelan que en varios aspectos la seguridad en la ciudad no mejora y sigue siendo una constante problemática. De acuerdo con la encuesta de percepción ciudadana, realizada por Bogotá cómo vamos en el año 2014, 52% de las personas se sienten inseguras en la ciudad, 24% han sido víctimas de un delito y el 16% considera que la  gestión de la policía esta ayudando a disminuir la criminalidad en la ciudad. A su vez, el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Comercio de Bogotá, en la evaluación que realizó del primer semestre del año 2014, encontró que  los homicidios pasaron de 581 a 623 casos, es decir, que hubo un incremento del 7% en relación con el año 2013; el hurto a bancos pasó de 5 a 23 casos, es decir, un aumento de 460%; la piratería terrestre se incrementó un  130% y el delito que más afecta a los ciudadanos es el hurto de celulares con 73%  (349 casos).

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, (PNUD), define la seguridad ciudadana como: la situación social e institucional, en la cual las personas pueden gozar plenamente y ejercer integralmente sus libertades y derechos. Esto implica para el Gobierno, la reducción de la delincuencia, la prevención del delito, la garantía eficaz de acceso a la justicia y educación fundamentada en el respeto de la ley, la tolerancia y la sana  convivencia.

El PNUD ha venido trabajando con los gobiernos de América Latina, para contribuir a que la seguridad de los países de la región mejore. En El Salvador, por ejemplo, se realizó el programa “Municipios libres de armas”, con el cual se logró la reducción del 21% de los homicidios violentos. (Ver memorias foro Arquitectura Institucional para la seguridad ciudadana, organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá)

Bogotá, actualmente cuenta con un programa similar denominado “¿Armar o amar?, el cual prohíbe el porte de armas de fuego en lugares públicos. No obstante, es necesario ampliar este programa para armas blancas, incrementar los controles y decomisos por parte de la policía, los operativos en los lugares en los que hay mercado ilegal de armas y pedagogía acerca de la convivencia sin el uso de armas o de la violencia.

<ASTERISCOS>***

<INTERTIT>Punto de reflexión

<BODY TEXT>Lo cierto es que aun la seguridad en Bogotá cojea, y requiere enderezar su paso para que todos vivamos más tranquilos, con la ayuda del Señor y la acción diligente del Gobierno y la Policía.

@feliperangel81

*Politólogo

Universidad del Rosario