“Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.”
Martin Luther King (1929-1968) Líder estadounidense.
Desafortunadamente, Arauca, está en la mira de los grupos al margen de la ley. Eln, disidencias de las Farc y la Segunda Marquetalia, se disputan el control de este corredor estratégico del narcotráfico y la delincuencia.
En lo que ha transcurrido de este año ha habido 3.860 desplazados y 103 asesinados. Ha estallado un potente carro bomba dejando un vigilante muerto, y 27 personas han sido masacradas.
En un mural de Saravena, el segundo centro de mayor población en el departamento, se ve a la población pintada bajo la frase: “Estamos en medio”. Este mural expresa lo que está pasando en Arauca, como bien lo comunicó el programa Los Informantes, el domingo pasado.
La población está en medio de un conflicto que nunca ha querido y que ha afectado las actividades sociales, económicas y culturales de esta región.
Arauca la sostiene principalmente la industria petrolera y la ganadería, actividades que, debido al conflicto, han sido entorpecidas, causando pérdidas para la economía del departamento y sus habitantes.
Sin embargo, Arauca no ha dejado de estar también en la mira de Dios. Él ama a sus habitantes y enseña que donde abundó la maldad y la muerte, sobreabundará su gracia, su perdón, salvación y transformación para esta tierra. “Pero, allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.” Romanos 5:20.
El departamento ha sido militarizado. No obstante, y aunque esto es necesario, el componente militar no es lo único que se necesita. Urge que se propicien las condiciones económicas y sociales para que el departamento progrese y ofrezca oportunidades a sus habitantes.
La historia de Colombia no puede seguir estando marcada por la falta de control de ciertos territorios por parte del Estado, donde se concentran la ilegalidad y se perpetúa la pobreza.
El Estado colombiano debe garantizar la seguridad y la protección de sus ciudadanos en todo el territorio nacional, esto debe ser fundamental para la seguridad del país.
Los violentos no se pueden seguir burlando de la patria y haciendo de las suyas. Deben ser perseguidos y castigados ejemplarmente.
Esto nos lleva a pensar en el tema de la justicia, en donde vemos que hay impunidad, debido a la falta de presupuesto, la corrupción, etc. En este sentido debe haber cambios de fondo, el país debe garantizar una justicia con los niveles más bajos de impunidad posibles La justicia debe ser una realidad, y no una ilusión en el país.
Si queremos una nueva Colombia, si queremos ver regiones como Arauca, libres de la delincuencia, entonces debemos volvernos a Dios de corazón y pedir su misericordia para la nación. Debemos elegir a quien lideré la protección de la nación y el progreso y no el populismo de izquierda. Debemos seguir trabajando y eligiendo en la búsqueda de una nueva Colombia que deje atrás los demonios que le atormentan y que le dé la cara a un mejor futuro de la mano de Dios.
@feliperangel81
*Politólogo Universidad del Rosario.