Luego de los discursos de posesión, los alcaldes entraron en materia. Ahora se viene un capítulo muy importante para Bogotá, como para todos los municipios del país, que es alinear las promesas de gobierno, coreadas como candidatos, con la formulación del Plan de Desarrollo y su aprobación por parte de los nuevos concejos, en los primeros cinco meses del año.
Hay que recordar que la Constitución cobija, para estos cargos de elección popular, el voto programático, a diferencia del caso presidencial. Es decir, que el programa de gobierno que presentaron al momento de inscribirse como candidatos debe coincidir con el plan de desarrollo para el cuatrienio, lo cual los obliga a cumplir con sus propuestas de campaña. Su inobservancia puede dar lugar a la revocatoria del mandato, como facultad de control que ostentan sus electores.
Bogotá Cómo Vamos comenzó el año insistiendo en este punto y presentó unas recomendaciones, lo cual complementa entre otras la idea del alcalde Galán del esfuerzo colectivo y de un continuo trabajo con la gente “para volver a creer en Bogotá”. Alude así a la importante contribución que pueden representar, para la formulación del Plan de Desarrollo del Distrito, los resultados de la última Encuesta de Percepción Ciudadana 2023, como fuente principal para consolidar sus sugerencias. Lástima que estas recomendaciones aún no se conocen a profundidad. Solo fueron presentadas, de manera preliminar, en una primera reunión con planeación.
De la Encuesta se confirma que el alcalde no está equivocado en enmarcar su gestión con un motivo que es “Para volver a creer en Bogotá”, como el mayor de los deseos de todos. Algo muy parecido al mensaje “Para volver a vivir” de Álvaro Gómez Hurtado, eslogan de su última campaña presidencial. No lejano tampoco de su “Acuerdo sobre lo fundamental”, cuando el alcalde Galán, en la posesión del cargo, habla de la necesidad de llegar a acuerdos con el ánimo de dar continuidad a los buenos proyectos que se emprendan en la ciudad.
Si bien más de la mitad de las personas encuestadas tienen orgullo y satisfacción por Bogotá como ciudad -que se puede interpretar como aprecio por ella-, una cuarta parte de las personas definitivamente no tienen el mismo orgullo y cerca del 70% de los encuestados, percibía que la ciudad iba por mal camino. Indicador de un pesimismo bogotano duro de roer.
Entre los aspectos que se percibieron en la Encuesta en desmejora están, por prioridad: la seguridad, la movilidad, las acciones frente a la migración y el comportamiento ciudadano. Aunque son pocas las personas que aceptan una mejoría, frente al año anterior, el reporte es bueno en recreación y deporte, cultura, educación y en la prestación de servicios públicos.
Ahora que cualquier emprendimiento debe tener una etiqueta para que sea conocido en las redes, Bogotá Cómo Vamos centra su interés en alimentar la participación en la elaboración del Plan de Desarrollo del Distrito Capital en el hashtag #Visión2028. De manera muy preliminar suscribe sus recomendaciones en tres énfasis, asimilados al programa del alcalde, que se deducen de una pequeña infografía: una ciudad segura, cercana a la gente, más amable, que aprovecha su potencial y con un gobierno moderno que cumple. Habrá que hacerle seguimiento.
Bien dijera Winston Churchill: “un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”.
*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI