Bogotá: qué hacer con los recicladores | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Marzo de 2022

Según el último registro oficial en Bogotá existen cerca de 25 mil recicladores debidamente censados en el programa RURO, Registro Único de Reciclador de Oficio bajo el control de la UAESP, entidad encargada del aseo en la ciudad. Hay un modelo que los rige y regula una asistencia, pero el problema es cada día mayor, bien sea porque la administración no alcanza su debido control o que la estadística no es la correcta, porque el panorama de calle es otro diferente al que muestra la administración.

Son pocos los recicladores uniformados, carnetizados y disciplinados que se observan en la ciudad. Son más los que en carretas manuales, bicicletas, triciclos a motor y en camionetas, muchas de ellas destartaladas, que esculcan los contenedores negros de basuras de manera indiscriminada y desordenada, rasgando bolsas en busca de materiales aprovechables y regando en los andenes desechos contaminantes, atrayendo vectores y roedores, generando microbios, bacterias y atrayendo virus que afectan a la población.

Si bien es cierto que el programa cuenta con 11 estaciones de acopio y algunas organizaciones de recicladores, el problema ha tomado tal dimensión que la ciudadanía presenta derechos de petición, algunas comunidades se están organizando para entablar acciones populares en contra del Distrito, pues la situación ya se convirtió en desesperada y alarmante.

Haciendo un análisis de la problemática se puede concluir que el programa de los contenedores que fue realizado con buena intención, importado de ciudades europeas y norteamericanas donde si ha sido exitoso, en Bogotá es un fracaso, primero por la indisciplina e indolencia ciudadana, la gente tira de manera irresponsable desperdicios de todo tipo, escombros, muebles viejos, colchones, residuos de materiales y hasta animales muertos.

No existe una cultura ni autoridad que controle y sancione, la UAESP se limita a enviar unos supervisores que terminan mandando cartas llenas de normas que solo sirven para envolatar a los peticionarios para no hacer nada y no resolver el problema, ellos de manera cínica y mentirosa afirman que los contenedores están bien ubicados y en perfectas condiciones de aseo, desconociendo los videos y fotos que la comunidad envía.

No hay derecho que, a estas alturas de la civilización, nuestra ciudad tenga que soportar esta falta de conciencia humana y responsabilidad administrativa, pues pareciera que la UAESP le interesa proteger más al concesionario que a la ciudadanía que le toca convivir con la porquería y unos recicladores sin respeto, ley ni orden.

Es increíble observar que algunos funcionarios públicos indolentes les interesen más el centímetro normativo que el kilómetro de servicio. Lamento no tener espacio en esta columna para ilustrarla con fotografías y publicar una carta de respuesta de unos peticionarios, donde descaradamente les responden que, como resultado de la inspección, encontraron una situación perfecta que no amerita el retiro de contenedores que han servido de muladar a los recicladores en plena avenida 116 frente a varios supermercados donde expenden alimentos.

Solo queda finalmente entablar una acción popular, esperando que las autoridades judiciales actúen cono no lo han hecho las administrativas.

arangodiego@hotmail.com