CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Febrero de 2012

Sobre Restrepo, Plazas y Uribe

Las últimas semanas el excomisionado de Paz ha sido señalado por la Justicia de estar involucrado en la falsa desmovilización del bloque “Cacica La Gaitana” de las Farc. Situación que desembocó la aparición mediática más importante de los últimos días del expresidente Uribe, dejando un manto de duda simple: a Restrepo lo acusan los paramilitares por el negocio de la desmovilización y que por su incumplimiento fueron extraditados a EE.UU.; como queriendo decir que estos testimonios son algún tipo de venganza por estar allá.
Restrepo lideró la desmovilización de más de 30.000 personas armadas, mientras que la oposición y diversas ONG advertían por el temor de falsas desmovilizaciones y la vinculación del narcotráfico en el proceso con los paramilitares, pero las acusaciones curiosamente son sobre un frente de las Farc.
Esto deja a más de uno pensando: ¿por qué el excomisionado que más actores armados impactó está en el ojo de huracán? Pregunta que fácilmente se complementa con ¿por qué se condena al excoronel Plazas de manera individual por supuestos crímenes de Estado que ni siquiera eran delito en el momento? Situaciones que muestran que los funcionarios públicos que han actuado en pos de defender las instituciones y lograr la paz son señalados por testimonios de personas que aún no han mostrado una prueba que valide sus palabras.
Esta situación sin duda tiene a las Fuerzas Armadas inquietas y al expresidente Uribe en una clara reflexión.
No soy uribista ni mucho menos denigro de la Justicia en Colombia, pero sin duda algo pasa en el sistema, porque cuando alguien da un paso significativo para lograr la paz en Colombia, aparece un testigo que dice algo y la Justicia le da total credibilidad a tal hecho sin evidencia alguna.
Ya condenamos a un excoronel por haber cometido un error u omisión en la custodia de unos detenidos en la recuperación del Palacio, y se ha exigido a las Fuerzas Armadas pedir perdón públicamente; ahora vamos tras el excomisionado de Paz que cambió el mapa del conflicto en Colombia y redujo de manera significativa las masacres en el país.
Sí, seguramente se cometieron errores y omisiones, porque es imposible la perfección y existen personas que se aprovechan de los acontecimientos, pero esto no significa que sean culpables dolosos de las situaciones, quizá responsables, pero no culpables.
Los culpables están ahí, en algún lado, listos para oscurecer cualquier logro de paz en el país, simplemente porque las cosas no fueron según el manual escrito en un escritorio de costosa madera o porque se ven afectados por estos procesos.
Colombianada. Dormimos tranquilos mientras se condena a los que permiten que durmamos tranquilos.