Negociaciones por bolsa
El Instituto de Mercadeo Agropecuario -Idema- compraba y vendía las cosechas en todo el país y distribuía las cuotas de importación de materia prima para la industria a través de la Bolsa Nacional Agropecuaria, hoy Bolsa Mercantil de Colombia BMC; esa experiencia sirvió de referencia para la aprobación del literal k del artículo 24 de la Ley 80 de 1993, mediante el cual las entidades oficiales que negocien en bolsas legalmente constituidas están exentas de hacerlo por licitación pública.
Luego mediante el artículo 3 de la Ley 598 de 2000 y el artículo 15 del Decreto 3512 de 2003 se estableció que los comisionistas compradores que desearan actuar por cuenta de entidades estatales, deberían registrarse en el SICE, que es un sistema de información a través del cual se integran todos los datos relevantes del proceso de contratación estatal. De la misma forma, el Decreto 2503 de 2005 y el Acuerdo 0010 de 2006 del Comité para la Operación del SICE, definieron las obligaciones y procedimientos a cumplir por parte estos comisionistas al actuar en dicho mercado. Razones más que suficientes para entender que las negociaciones efectuadas por las entidades del Gobierno a través de la Bolsa Mercantil de Colombia son serias y viables jurídicamente y además, el resultado de una gran tradición y experiencia. Por supuesto, los organismos oficiales están obligados a definir los fundamentos de la participación de los oferentes y los criterios de evaluación con rigurosa aplicación de los principios de transparencia, economía, responsabilidad, selección objetiva, buena fe, planeación, publicidad e igualdad, entre otros, con el objeto de cumplir con los fines propios de la contratación estatal, pero precisamente también son esos principios, los mismos que rigen universalmente en un mercado bursátil.
La diferencia con un proceso licitatorio tradicional es que en este caso se aplica el derecho privado lo cual infunde más confianza y operan las leyes del mercado que traen consigo significativas economías para el erario. Por supuesto, quienes por la otra vía han vivido de las coimas y prebendas, no les conviene que este sistema opere y por eso se oponen. Es cuestión de principios.
*Exgobernador del Tolima