CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Martes, 29 de Julio de 2014

Reportajes agresivos

 

“Sin caer en la vanidad, os pido encarecidamente que si queréis envejecer en esta profesión seáis humildes y trabajéis siempre al servicio de la sociedad y no al vuestro propio”

 

Manifestó  el director del Master ABC de la Universidad Complutense de Madrid, en el momento de la graduación de uno de los grupos de jóvenes a quienes les encomendó igualmente,  "el trabajo bien hecho y  la vocación de servicio".
Describiendo así un excelente marco de referencia sobre la razón de ser del ejercicio del periodismo; válido y aplicable a cualquier parte del mundo.
Cuatro son los pilares, dice la Universidad, sobre los que descansa un buen profesional del medio de las comunicaciones: el rigor; la humildad; la curiosidad por descubrir lo nuevo que está por llegar; y la alegría.
Parámetros sobre los que vale la pena reflexionar en Colombia, cuando escuchamos reportajes agresivos e irrespetuosos, realizados por connotados directores(as) de distintos medios de comunicación, y que nos llevan a recordarles con mucha pena, que la reportería debe ejercerse con inteligencia y buena educación, condiciones que siempre van de la mano.
En consecuencia, el micrófono conecta al periodista con el público, pero además, permite mostrar sus condiciones, su clase, sus sentimientos, hasta sus propias frustraciones y sus complejos. En una sola palabra, su calidad como persona. No se trata de agredir al entrevistado, sino abordarlo con sabiduría e idoneidad.

Igualmente es bueno aclarar que aunque al periodista le corresponde investigar, informar y orientar, no está capacitado, y aun si lo estuviese, no está facultado para ejercer justicia por su propia cuenta.
Para eso existen los organismos competentes, previo respeto del derecho al debido proceso y a la legítima defensa.
La honra y el buen nombre del ciudadano no pueden estar a expensas del afán por la “chiva” y sujetos a señalamientos de quien practica la entrevista simplemente por estar prevalido de su condición de comunicador. El periodista ha de saber conversar con el  ciudadano, no dejarse llevar de  la arrogancia.
Según los miembros de la Red de Periodismo Ético EJN, la ética periodística se resume en los siguientes principios: Verdad y Precisión; Independencia; Equidad e imparcialidad; Responsabilidad y Humanidad o sea, ser conscientes del impacto  de lo que se diga en las vidas de los demás. 
De este modo, los directores de noticieros, columnistas, reporteros y demás, estamos llamados a dar ejemplo y a ejercer un liderazgo respetuoso de la libertad de expresión ética, como una contribución a la paz y a la sana convivencia.