ESFUERZO NACIONAL
Vivienda gratis
Por Carlos Alberto Estefan Upequi
El ministro Vargas Lleras anunció para noviembre próximo el inicio de la construcción de las primeras cien mil viviendas gratuitas llamadas también de interés prioritario VIP, como parte de la atención a mas de un millón de hogares en pobreza extrema que existen en Colombia.
En este importante esfuerzo con recursos de la Nación, las familias beneficiadas serán seleccionadas por el llamado Departamento de “la Prosperidad Social”, con un agregado importante como es la oferta de cerca de 400 mil empleos, si tenemos en cuenta que la construcción de cada vivienda genera aproximadamente cuatro, entre directos e indirectos.
Se da por descontada la importancia del objeto del programa y los sanos propósitos de la ley que lo inspira; tanto como tres aspectos que se hacen evidentes en su ejecución.
El primero de ellos es un marcado propósito político difícil de disimular. Menos mal se trata de un buen candidato.
El segundo, es el contraste entre la finalidad de dotar de vivienda a “los más pobres de los pobres”, mientras los constructores serán “los más ricos de los ricos”, escogidos mediante subasta con ventaja para quienes no necesiten anticipo; bien porque posean dinero suficiente o porque cuenten con financiamiento de primera mano; es decir, los más solventes.
Y el tercero, tiene que ver con el temor de los contratistas regionales, que terminarán siendo desplazados por los grandes zares de la construcción con sus respectivos directores, empleados, obreros, maquinaria y equipos, desaprovechándose una gran oportunidad para dinamizar la economía local y absorber la mano de obra oriunda del lugar.
Entre tanto, también vale la pena pensar que de no hacerse con empresas solventes, conseguir constructores con dinero en caja no es fácil, salvo que hayan recibido anticipos que aquí no los habrá, por lo menos en principio, entre otras cosas, porque el antecedente de los Nule no podía pasar inadvertido. Así las cosas, quienes no dispongan de sus propios recursos tendrán que recurrir a créditos bancarios incrementándose sus costos, o lo más grave aún, corriendo el riesgo en dinero o en especie de las distintas fuentes de la economía subterránea.
Por supuesto, los seleccionados deberán demostrar el origen de su patrimonio, razón para extremar los controles y hacer más estricta la selección y la interventoría, además de tener que consultarse la lista Clinton y otras “listas negras” que existen en la lucha contra el narcotráfico, el lavado de activos y la financiación del terrorismo.