CARLOS ALBERTO ESTEGAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Noviembre de 2012

‘Temor a la democracia’

 

Acogerse a la democracia representa respetar el resultado de las urnas. No puede ser válido si solo satisface el querer de apenas unos pocos. La legitimidad de las mayorías obliga a aceptar el veredicto, gústenos o no. Por esa razón, aunque para Venezuela hubiésemos preferido otro resultado, el presidente es Hugo Chávez, salvo algún fraude o irregularidad que lo invalide. Por supuesto, el poder confiere ventajas electorales a quien lo ejerce, pero igual podría decirse entonces entre  Obama y Romney en Estados Unidos; sin embargo, ganará igualmente quien las reglas de juego determinen.

Ahora bien, en nuestro caso, debido a que el proceso de paz busca la posibilidad de redireccionar la lucha por el poder a través de las urnas y no de las armas, queda claro que si la guerrilla opta por esta vía, en el remoto e hipotético caso de llegar a ganar las elecciones algún día, los resultados también serían válidos y habría que aceptarlos. Entre tanto, y consecuentemente con el querer de las mayorías, los bogotanos han decidido tres veces que la izquierda dirija los destinos de la ciudad, una de ellas con el actual alcalde Gustavo Petro, quien además nunca ha ocultado su deseo de continuar hacia la Presidencia de la República. Tanto así, que su discurso de posesión parecía más el de un Jefe de Estado que el de un mandatario distrital. Motivo por el cual, ya se advierten voces como la del exalcalde de Bogotá, Jaime Castro, quien previendo en los años siguientes un nuevo resultado favorable para Petro en las urnas, manifiesta su temor porque éste llegue al solio de Bolívar; según él, por su semejanza con Chávez, tanto por considerarlo uno de sus “mejores amigos” de otra época, como porque conserva cercanías programáticas.

Dice Castro que Gustavo Petro pretende aplicar en Bogotá el Socialismo Distrital Siglo XXI, todo ello “por razón de la reforma tributaria que fue presentada al cabildo y que seguramente será aprobada…”. Quizás el temor se funda en que dicha probabilidad es alta siempre que su gestión sea exitosa, pues en ese mismo orden de ideas, quizás no  hubiese dicho lo mismo de Samuel Moreno. Sin embargo, lo que esto demuestra, es que el país político no se encuentra preparado para lo que puede venir. Se trata más bien, de presentar alternativas que soporten la contienda, porque democráticamente el resultado en las urnas habrá que respetarlo sea de quien fuere.