CARLOS MARTINEZ SIMAHAN | El Nuevo Siglo
Sábado, 19 de Mayo de 2012

Vivienda - Movilidad - Empleo

 

El Proyecto de Ley 236-2012 contiene normas que permitirán construir las viviendas que se entregarían gratis a los más pobres de Colombia. Destaco aspectos de su contenido:

Art. 1º: …

a.  Establecer y regular los instrumentos y apoyos para que las familias de menores recursos puedan disfrutar de vivienda digna.

d.  Definir los lineamientos para la confluencia del sector privado en el desarrollo de los proyectos de vivienda de interés social prioritaria.

Art. 2º: …

c.   Establecer medidas para capacitar y dar asistencia técnica a los grupos sociales organizados, con el fin de formar promotores sociales para garantizar la sostenibilidad de los proyectos;

 

Ahora bien, relacionar esas disposiciones con el decreto reglamentario del Teletrabajo, con el combate al desempleo y con la movilidad, abre un horizonte de soluciones integradas, que es necesario aprovechar metódicamente. Hemos sostenido que el desarrollo social constituye el principal reto de las políticas públicas. Concretar lo social se ha convertido en un imperativo de la democracia contemporánea.

La generación de ingresos a través del trabajo es la mejor forma de lograr acceso a los bienes y servicios que necesitan las familias. La intención gubernamental de facilitar la adquisición de vivienda, es la ocasión para que en los nuevos desarrollos populares, se incentive la vivienda-empleo. Es decir, que se prevea por el Estado la tienda esquinera, el taller, el sitio para el computador, la huerta casera, etc.

Es una realidad que las viviendas son utilizadas por las familias urbanas de bajo ingreso para actividades económicas sin mayor planificación. Está demostrado que el nuevo papel de los profesionales independientes y los modelos industriales que desconcentran la producción, están conduciendo al resurgimiento de actividades satélites residenciales en todos los niveles de ingreso (Teletrabajo). Estos cambios en el diseño de las ciudades deben ser asimilados por las políticas públicas. La vivienda ha dejado de ser un registro de consumo durable en las cuentas nacionales, para convertirse en una inversión que debe ser planificada y estimulada. Según los entendidos, la solución empieza cuando en cada barrio se logra autoempleo de un 8% y, por lo tanto, se aminora la necesidad de transporte urbano.

Piensen cuánta demanda por servicios de transporte se ha evitado por quienes estudian a distancia o virtualmente, por aquellos que hacen compras por Internet, por aquellos que hacen sus consultas y pagos a través de los accesos telefónicos o de las páginas Web de las entidades financieras, en fin, por aquellos que trabajan utilizando las autopistas de la información. Y cada viaje ahorrado, equivale a un factor de congestión menos. Si, además, se flexibilizan los horarios de oficinas y colegios, tendremos más vivienda, más empleo, menos congestión vehicular, mejor movilidad.

 

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P.S.:       Fernando Londoño: Cada átomo de su inteligencia está presto al acerado combate por sus convicciones. Gracias a Dios, con su paso altanero de centinela seguirá custodiando los valores patrios.