CARLOS MARTÍNEZ SIMAHAN | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Agosto de 2011

El presidente Santos


“Ajeno al partidismo escogió un grupo de colaboradores excepcional”


LA  generalidad de los columnistas ha analizado el primer año del presidente Santos a la luz de las difíciles relaciones con Uribe. No comparto ese esquema porque Santos ha demostrado que es Santos. Ni Uribe, ni anti-Uribe; ni liberal, ni anti-liberal. Ha dicho soy de la U, para sorpresa de quienes no desean recordar que él fundó ese partido.


Santos también ha demostrado que se preparó para ejercer la Presidencia de Colombia. Ajeno al partidismo escogió un grupo de colaboradores excepcional cuyos frutos se verán en tiempo debido. Los tropiezos son los naturales de las dificultades, cada vez mayores, que surgen en las democracias. Las llamadas Locomotoras corresponden a las necesidades y a las fortalezas del país.

La política económica, no sólo ha logrado el grado de inversión sino el respaldo del Congreso, donde se aprobaron normas llamadas a tener efecto positivo en el futuro; el fin de los enfrentamientos institucionales, que eran pan de cada día, ha dado paso a un clima de respeto y de obligado estudio a los diversos proyectos de reformas. Ahora, de la discusión intelectual y política saldrá lo que más le convenga a la Nación. La ley de víctimas y restitución de tierras y las que se anuncian dan cuenta de una concepción madura y pragmática del agro colombiano. No será fácil llevarlas a la práctica, como nunca han sido fáciles los cambios en el sector rural, que tradicionalmente se resiste a las transformaciones que imponen la justicia social, la tecnología, el cambio climático y la urgencia de desactivar el conflicto.


Los éxitos en política exterior son notables. La debilidad del Estado-nación se ha agudizado en la globalización y el poder real ha pasado a los bloques regionales. El aislamiento no procede en el mundo de hoy. Santos y su Cancillera saben muy bien lo que hacen.


Los límites de esta nota no permiten continuar el repaso. Pero quiero destacar el compromiso del Presidente en la lucha contra la desigualdad y la pobreza: el 6 de agosto fue con su señora e hijos, todo el Gabinete y Altos Mandos a un barrio de Sincelejo para ejercer como co-gestores de Unidos, la red para la superación de la pobreza extrema. Así relató el Presidente el escenario: “lo que palpé fue un sentimiento de consternación. Que los ministros están impresionados con lo que vieron físicamente, con los relatos de esas familias, con el drama, la tragedia de esas familias, eso es bien importante para estimular al Gobierno a cumplir con la prioridad número uno que tenemos, y es la de sacar a por lo menos 350 mil familias de la pobreza extrema”.

Realmente, fue una orden al Gobierno todo de diseñar nuevas instituciones, modelos, proyectos, que lleguen a los de abajo, abajo, para erradicar la pobreza en Colombia. Sin duda, son propósitos de un gran estadista.