Al momento de escribir estas líneas aún no se conoce el contenido de la ley de tierras. Santos dictará un decreto-ley con base en una ley “habilitante”-como las venezolanas- para hacer una reforma agraria. El tema agrario ha sido siempre debatido y nadie se atrevió a adoptarlo por decreto. Pero ahora incluso se está evitando enviarlo al Congreso ya que, gracias a la Corte, aún por fast track  puede ser debatido y eso no se quiere.

Santos ha dicho que se respetará la propiedad privada, protegida por la Constitución y que “no se le va a quitar la tierra a nadie”. Se supone que el Fondo Nacional de Tierras, estará integrado por terrenos baldíos, los que  han sufrido un  proceso de extinción de dominio y los que se puedan comprar. Según el ministro de Agricultura se trata de 3 millones de hectáreas para beneficiar a 800.000 familias y que, aclara el ministro, no son para los 7.000 guerrilleros de las Farc. Aparentemente el decreto nada dice sobre la devolución de las tierras que invadieron las Farc durante el conflicto.

Ahora bien, la siguiente historia es auténtica: un propietario tiene una tierra en el Caquetá, heredada de su familia que la posee desde mediados del siglo diecinueve, dedicada a la ganadería, con casa y facilidades para trabajadores. Un día encuentra en el recibo del impuesto predial que éste ha sido reducido sustancialmente. Por supuesto, se asombra y nota que el avalúo catastral ha bajado en la misma proporción. ¿Error? Cuando va a averiguar le dicen que el predio no aparece en el catastro. ¿Cómo va a desaparecer un predio del catastro de la noche a la mañana? Muy simple: por artilugios políticos se ha convertido en un “baldío” y, por consiguiente, en predio apto para el Fondo Nacional de Tierras y susceptible de ser adjudicado, previa división en pequeñas e inútiles parcelas que no sirven sino para pancoger: 3 millones de hectáreas divididas entre 800 mil familias da 3.75 hectáreas por familia, lo que es antitécnico y va contra la lógica de la explotación moderna y mecanizada de la tierra.  

Como esto es anterior al decreto de ley de tierras, podría suponerse que éste se viene fraguando desde antes y que lo que se hace ahora es solamente darle visos legales a una confiscación, violatoria de la Constitución. Ojalá esta suposición no sea cierta y se trate de un caso aislado. Pero los propietarios deben ponerse las pilas, la Corte revisar con independencia el decreto con lupa –aunque la tachen de traidora- y la Fiscalía, llegado el caso, investigar las falsedades en los documentos del catastro.

***

Coda: Cuando el Tribunal supremo resolvió asumir las funciones de la Asamblea Legislativa hace dos meses, empezaron nuevos disturbios en Venezuela. Yo dije, desde los desórdenes de febrero de 2014 cuando apresaron a Leopoldo López, que estos regímenes no se caen fácilmente. Maduro ha sido amaestrado como carnicero por los Castro y no está dispuesto a irse, ni siquiera frente a los muertos diarios ocasionados por la represión militar.  Solamente un bloqueo económico que comience por impedir el cargue de tanqueros de petróleo puede tener resultados. Lamentablemente la constituyente de Maduro va a seguir adelante. Y la oposición cometería un error tremendo si no trata de bloquearla con sus votos.