Devastadora, aunque totalmente real, la descripción que hace Foreign Affairs sobre la situación actual de Colombia en un ensayo titulado “Why Washington Still Needs Colombia”. En resumen: aumento exponencial de la producción de coca, criminalidad desbordada homicidios, masacres y secuestros disparados y en general un deterioro total de la situación de seguridad y una cantidad de escándalos familiares y políticos que están arrasando con la estabilidad del país.

Y todo esto gracias a Petro, quien como parte de su política vaga e incoherente en materia de lucha antidrogas y criminalidad -como la califica el prestigioso medio-, dio la instrucción a la fuerza pública de abstenerse de combatir cualquier grupo ilegal. Y en consecuencia las acciones de la fuerza pública contra grupos ilegales se redujeron en un 45% y la erradicación de la droga en un 80%. Y eso que esto es un balance del primero año. ¿Cuáles serán los resultados para los restantes tres años?

El locuaz Petro no tiene problema en arrasar con todo y no dejar títere con cabeza incluyendo al actual gobierno y socio en la región Estados Unidos. Relaciones que según Foreign Affairs se están empezando a enfriar por varios motivos entre ellos la nula acción del gobierno en la lucha contra las drogas, la cercanía con China y sus comentarios hacia el actual gobierno de Estados Unidos.

Pero Petro parece no entender que sus comentarios, sus discursos incoherentes en la ONU son ridículos y por eso se paran y se van. Y al igual que en Colombia ya no le están creyendo tanto… Y por eso Colombia ya no es importante para Estados Unidos.  De hecho, que Estados Unidos tenga que desmentir a Petro cada rato, por ejemplo sobre el muro en El Darién o el fentanilo, resulta fatal y terminará por congelar la relación.

El ensayo termina resumiendo magistralmente lo que ha sido este gobierno y que no ha sido otra cosa que una cantidad de oportunidades perdidas tanto en Colombia como en la región y hasta con el mismo Estados Unidos sumado a un comportamiento personal errático y misterioso con ningún otro pronóstico que el aislamiento.

Las relaciones con Estados Unidos deben fortalecerse no enfriarse. Hacer caso al criminal Ortega, quien está muy decepcionado de Petro porque no se aleja de los yanquis, sería un error histórico con consecuencias sociales, económicas y geopolíticas para Colombia. Al momento Estados Unidos ni siquiera ha confirmado un embajador en Colombia...   

Pero a Petro solo le importa él mismo y Laura Sarabia. No entiende que sus actuaciones como presidente de todos los colombianos terminan afectando para bien o para mal el curso de vida de todos los colombianos.

No se comporta como un presidente de la República. Tal vez porque no le importa ningún colombiano, es que su comportamiento se acerca más al de un granuja que al de la persona que nos representa a todos.

Muchas felicitaciones a todos los que creyeron que el cambio que Colombia necesitaba provenía de un viejo conocido llamado Gustavo Petro…

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