“Infraestructura digital es más importante que la física”
La aprobación de la ley de modernización de las TICs es un gran salto de Colombia hacia el futuro, es avanzar en la dirección correcta de cara a un mundo digital. Desafortunadamente, Colombia sigue rezagada respecto a otros países de la región, en materia de telecomunicaciones y conectividad. La ausencia de un marco regulatorio ligero y eficiente, cargas fiscales excesivas, inseguridad jurídica y la falta de visión del Estado han sido impedimentos para que Colombia se conecte.
Los retos son grandes, aun hay 20 millones de colombianos sin acceso a internet, la velocidad promedio en nuestro país es de 5 mvps, mientras que en los países de la OCDE es de 9. La penetración de la tecnología 4G no supera el 30%, mientras 13 millones de colombianos siguen marginados en 2G. Para superar esas dificultades, la ley es un gran avance, pero no es suficiente, la industria necesita seguridad y estímulos.
El desarrollo de la industria de las telcos es transversal al desarrollo del país. Los operadores móviles son a la cuarta revolución digital, lo que fue la máquina de vapor a la revolución industrial. Estimular el emprendimiento, la economía naranja, la digitalización de la economía y del Estado, depende, en gran medida, del desarrollo de la industria. El despliegue de infraestructura exige grandes inversiones, para ello, resulta fundamental que el Gobierno Nacional saque a subasta la franja del espectro de 700 MHz en unos términos razonables que sean atractivos a la inversión.
Asignar espectro, en condiciones favorables, puede significar un aumento del 50% en las inversiones que hoy hace la industria en el país, llegando a un valor cercano a los 7 billones de pesos anuales. De manera acertada, el Gobierno Nacional, tiene como criterio orientador de la política pública, la maximización del bienestar social. Para hacerlo posible, es necesario que haya claridad frente a las obligaciones de hacer, que son la garantía para el despliegue de infraestructura y para la conectividad de los colombianos en las regiones apartadas.
Si realmente queremos entrar en la era digital, promover la transformación digital de las empresas y garantizar la competitividad de nuestra economía, no podemos esperar más. El avance de la tecnología, de la creatividad y de la competencia va de manera más rápida que la regulación y que las decisiones de las autoridades.
La economía digital ya representa el 20% del PIB mundial, para el 2030 esa cifra puede ser superior al 50%. No es absurdo afirmar que hoy, la infraestructura digital es más importante que la física, es la única manera, sin importar las barreras geográficas, de conectar a Colombia con el mundo. Garantizar inclusión digital, es garantizar inclusión económica y social. Es el gran reto de Colombia, una apuesta decidida del gobierno del Presidente Duque, a la que industria seguirá respondiendo de manera positiva, confirmando su confianza en Colombia.