Sabemos del poder de Corea del Norte, de su presidente Kim Yong- Un y su capacidad de desestabilizar el ajedrez geopolítico del mundo, generando incluso una tercera guerra mundial.
Para poder entender su poderío armamentista es necesario analizar su historia.
Tras la derrota de Japón en la segunda guerra mundial, la República de Corea se dividió en dos zonas: la del norte ocupada por los rusos y la del sur por USA. Los del norte en 1948, liderados por Kim Il Sung formaron el ejército KPA: Ejército Popular de Corea, con la intención de reunir a la fuerza los dos países, pero USA ayudo a Corea del Sur y este intento fracasó.
China ayudó al norte para que no colapsara. Esta fortaleció su ejército y el KPA unió el brazo armado de los trabajadores, la fuerza aérea, la terrestre, la naval, la estratégica y las operaciones especiales. Su objetivo es luchar contra el sur y mantener el dominio autoritario de la familia Kim en el poder. Se han apoyado en la policía secreta, haciendo purgas y eliminado más del 80% de la cúpula militar, evitando así, traiciones. El bureau central es quien imparte las órdenes y controla todo.
La KPA, se ha centrado en una guerra simétrica de disuasión- coerción. A pesar de ser uno de los pueblos más pobres del mundo, invierte el 125% de PIB o sea 8.000 millones de dólares, en armas nucleares y en seguridad. Su ejército es el más grande del orbe, con 1.2 millones de efectivos, con un servicio militar obligatorio de 10 años para los hombres y 7 para las mujeres.
Es un país militarizado totalmente, con un millón de soldados de fuerza terrestre, 4.000 tanques y 21.000 piezas de artillera.
Se dice que mucho de su material viene de lo que Rusia le vendió durante la guerra fría. Hoy recibe el apoyo de China. En marzo de este año desarrolló un nuevo tanque terrestre. En la frontera con el sur, han construido túneles, campos minados y búnkeres. Allí ha ubicado el 70% de las fuerzas terrestre. Además de 20.625 vehículos y sistemas individuales, 33% de tanques, 19,3% vehículos blindados de combate y 27.9% artillería y el 21.15% de su logística. Hoy en día, están produciendo cohetes PVG7. Han comprado 6.000 piezas de artillería de largo alcance, tienen 951 aviones MIG 15, utilizan drones y están produciendo aviones más livianos y ligeros. Su reserva es la Guardia Roja.
La armada es más pequeña y la utilizan para disuasión. Tiene dos fragatas del 1970 NAG y 370 barcas de ataque y 70 submarinos de diésel eléctrico. Además, han construido dos submarinos para lanzamisiles balísticos.
Las fuerzas especiales de la KPEA son las más modernas, con 200.000 hombres y 88.000 que los utilizan en paracaidismo, y técnicas anfibias que apoyan al ejército.
En la ciberguerra se han desarrollado mucho, cobrando altos costos a los países que los contratan. Han hecho pruebas con el Hwaong-18, que transporta una ojiva nuclear de 1.25 toneladas y con un alcance de 15.000 kilómetros. Cuentan con 35 a 65 armas nucleares. Estas los utilizan para disuasión.
La Constitución de ese país dice: “La Defensa Nacional es el deber supremo y el honor los ciudadanos. Los ciudadanos defenderán al país y servirán a las fuerzas armadas como lo exige la Ley”.
Actualmente, está ayudando a Rusia en Ucrania, Irán, con técnicas no tradicionales.
Esta realidad militar no deja de preocupar al resto del mundo, especialmente a las potencias que no están entre la baraja de amigos o cercanos. No en vano acabamos de presenciar el recibimiento que Pyongyang le ha hecho a Putin, lo que concentró la atención y preocupación de quienes vemos cada vez más cercana una tercera guerra mundial.