Leía en días pasados una columna de un famoso abogado, exdirector del DAS en el gobierno del presidente Samper. Y decía, que hasta un abogado de la Sergio Arboleda sabía que la ley civil autoriza incluir en los contratos condiciones negativas o positivas. Esto hablando de la cláusula Petro.
Y hay muchas más columnas del exfuncionario encaminadas a destruir el buen nombre y la reputación de la universidad Sergio Arboleda y de paso la de todos los que hemos tenido el orgullo y honor de no solamente ser egresados de la Escuela de Derecho, y en mi caso profesor de derecho aeronáutico, sino de en algún momento o clase haber compartido con el presidente Duque en dicha escuela.
Otro famoso periodista de la W también está obsesionado con destapar supuestos escándalos de corrupción adentro de la Sergio Arboleda. Esto por denuncias de un profesor que tuve de derecho comercial y que luego fue el fiscal ad-hoc para el caso Odebrecht: La ropa sucia se lava en casa profesor Espinosa. No es elegante ventilar problemas internos y seguramente personales con medios de comunicación hambrientos por hablar mal de la universidad del presidente.
Pues esto no solo destruye la reputación y el buen nombre de la universidad, sino el suyo y el mío como egresados de la misma universidad.
Yo quise entrar a estudiar a la U. Sergio Arboleda por admiración al Dr. Álvaro Gómez Hurtado.
No sé si existe el derecho a andar en boca de los demás para mal, por supuesto. Sea por el motivo que sea creo que no es justo ni ético acabar la reputación de una persona o institución por la razón que sea. Creo que no hay derecho a maltratar a un presidente de la república sea quien sea y en realidad a nadie. Es un tema en últimas espiritual.
En este caso la Universidad Sergio Arboleda no debe sufrir las consecuencias del odio personal de muchos contra el presidente Duque. Eso no da el derecho a descalificarnos y burlarse públicamente de los egresados de la escuela de derecho de la universidad Sergio Arboleda. Además, y no debo ni decirlo, está muy lejos de la realidad.
“De minimis non curat praetor” significa “de los asuntos intrascendentes no se ocupa el magistrado”. Esta frase que dijo el presidente esta semana resume mi mensaje a todos los haters del presidente Duque y de mi alma mater.
Es mejor no odiar a nadie por tranquilidad espiritual de uno mismo. Finalmente, todo eso se le devuelve a uno como un boomerang.
Además de que habla mal es de la persona que insiste en hablar mal tácita o expresamente. Mejor no opinar de nadie ni de nada. Insisto es un asunto más que ético espiritual.
Yo me siento muy orgulloso del sergista y del presidente Duque, a quien felicito públicamente.
Dejémosle los asuntos del odio, envidia y resentimiento a otros. Asuntos intrascendentes…Al final siempre se hace justicia y el tiempo lo dirá…