Comprometerse con el cambio no es propiamente dedicarse a controvertir las interpretaciones equivocadas de la prensa o desgastarse haciéndole aclaraciones a la gente que solo se informa de lo que escriben o dicen los directores de noticieros y revistas, editorialistas y columnistas de opinión, reflejo de sus compromisos muchas veces poco éticos. Saludable fuere un debate limpio, con argumentos de fondo, que refleje en esencia la inteligencia que dice ostentar la oposición como factor de control y como alternativa, si se quiere, para la formación nuevos gobiernos.
El odio y la pasión hacen perder la objetividad; de ahí, que resulte mejor dialogar lógica, serenamente y sin resentimientos, advertencia válida para quienes atacan y vociferan sin ningún ánimo conciliador pero involucrado en causas no necesariamente relacionadas con la búsqueda del bienestar de la comunidad. Unos, como parte de la “clientela” de los políticos empotrados en el poder por varios años, otros acostumbrados a negociar su voto al mejor postor de los llamados Clanes o “dueños” del poder político regional.
Así no se puede continuar y por supuesto hay que lograr el cambio a pesar de los obstáculos. Mantener el statu quo o dejar que todo siga como venía, solamente puede interesar a quienes sin ninguna ética se ocupan de abusar del poder. Si no hay cambio se perpetúa la inequidad y la pobreza hace crisis, especialmente en las zonas apartadas, sumidas en total abandono. Entre tanto, las empresas que se han lucrado de la privatización de los servicios del Estado, como en el caso de la salud, seguirían haciendo su agosto con los dineros oficiales y se mantendrán los vicios de siempre.
Sea la ocasión, como ya otros comentaristas de buena fe se lo hemos planteado a los asesores de la Presidencia de la República, para insistir en la implementación de una buena estrategia de comunicaciones en cada uno de los organismos ejecutores del Plan de Gobierno, lo cual ayudaría no solo a fidelizar a muchos electores que votaron por el cambio, antes que terminen dejándose influenciar por las mentiras y tergiversaciones y para ganar nuevos adeptos verdaderamente convencidos de lo que necesita el país. Importante mantener al público informado directamente y de manera correcta, objetiva y clara.
El significado de la palabra cambio implica trascender a un estado diferente y en nuestro caso me refiero a remplazar hasta donde sea posible la maldad, el deshonor y la ineficiencia. Por supuesto, siendo un proyecto dinámico y de gran alcance, no sé puede pretender llevarlo a cabo de un momento a otro, motivo suficiente para recabar y persistir en él. Se tiene Gobierno, pero el poder económico está en manos de los dueños del capital, entonces debe concertarse con quienes tengan voluntad para corregir asimetrías sociales en la búsqueda de una sociedad más justa. Y en igual dirección, mantener las instancias de diálogo iniciadas tras la reunión sostenida por el presidente de La República con los más destacados empresarios colombianos, a mediados del mes pasado. Propósito que debe ser compartido con los presidentes de gremios.