Nadie imaginó al ex Uribe tan confuso y aturdido. Le regresó la encrucijada, pero esta vez para turbarlo y azorarlo. Confiaba en que sus mentiras, peroratas, bravuconadas y desplantes le saldrían como siempre, al ciento por ciento. Pero el rumbo cambió y empezó a aflorar la verdad sobre sus actuaciones. El duro destino le quitó la careta, cuando los colombianos veían llegar una paz real, negada durante más de medio siglo.
La Corte Constitucional declaró exequible el plebiscito presentado por el Gobierno a un congreso ecuánime que le dio vía. Esta decisión tomó por sorpresa al sobrado ex presidente, quien acababa de declarar a Colombia comunista y castro-chavista para ahuyentar a los inversionistas hasta el 2018, cuando volverán al poder. Turbado y perplejo con la decisión de la Corte, da palazos de ciego. No encuentra cómo torpedear el plebiscito que permitirá blindar los acuerdos de La Habana y establecer la paz en nuestra patria.
Tenía tramado al país, a sus seguidores y a ciertos adversarios del gran caudal de votos que posee. Enrostra los escasos 7 millones de votos de Zuluaga, pero le teme al 13 por ciento del umbral que que solo se estima de 4 y medio millones de votos.
Cual rayo, pasó del miedo al pánico, porque será contado y se sabrá la realidad de su cauda. Acude a todo. Ya no solo somos comunistas. Está tan aturdido que ha acudido a las “squadristi” de Mussolini, esos grupos paramilitares del fascismo, que se convirtieron en las “camicie nere”. Pidió a sus partidarios izar banderas negras el día de la independencia: “Este 20 no saques tu bandera… saca una bandera negra y si sales, usa una camiseta negra”, rezaban sus trinos. Desconoció el brillante desfile de un ejército triunfante. “El triunfo es la paz”, advirtió Santos. El odio turba y aturde.
En una página con declaraciones, increíblemente sensatas, Uribe reconoció que la decisión de la Corte estaba ajustada a la Constitución. Ella desapareció y solo registra: “error 404”, porque el contenido fue borrado.
La paz es de todos y como dijo el Presidente Santos: “es demasiado grande para tener dueño”… y mucho menos banderas negras.
BLANCO: Con fiestas el sábado y el domingo celebrarán los colombianos en Dallas la fiesta patria. Titánica labor de Luis Lara, un quijote de la Asociación Colombiana del Metroplex.
NEGRO: El rudo golpe de los camioneros al país.
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