“La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres sino inexorable decreto del destino”.
Simón Bolívar
La unidad de los países de toda América, norte, centro y sur, se hace imperiosa ante los avatares de la evolución del planeta y de sus habitantes.
La integración a nivel mundial debe hacerse superando toda rivalidad, innecesaria y peligrosa para la supervivencia de la Pachamama y de sus habitantes.
Mientras millones de seres están padeciendo hambruna, varios países solo piensan en la guerra y en aumentar su potencial bélico, hasta amenazar con usar armas nucleares. Debe hacerse un gran esfuerzo para evitar llegar a esos extremos y lograr una integración pacifista que nos lleve al progreso y a la estabilidad mundial.
En el caso de América esta unión cultural, social, económica y política es posible y necesaria para construir el camino que nos permita edificar un continente que nos devuelva la esperanza de ser una gran potencia en el contexto global, como lo soñó el libertador Simón Bolívar.
En esa tarea se mueve el actual gobierno en cabeza de su canciller Álvaro Leyva Durán, quién en la clausura del seminario académico internacional, expreso que: “Es a través del diálogo entre los hermanos latinoamericanos que podemos hacer de este subcontinente una potencia”.
En la Universidad Externado de Colombia, el canciller presidió la clausura del 'Seminario Internacional: integración y convergencia de América Latina y el Caribe', donde destacó la necesidad de integrar los países de la región con propósitos de trabajo conjunto que ayuden a enfrentar problemáticas globales, “siempre teniendo como centro de gravedad a América Latina y el Caribe”.
Habló de la importancia de convocar al continente alrededor de la conferencia de interconexión eléctrica de las Américas, “para que países desarrollados no tengan que depender de combustibles fósiles, sino a partir de generación limpia que fundamentalmente la tenemos en América Latina y el Caribe.”
Se puede pensar en la asociación de empresas petroleras estatales, de electricidad, gas, etcétera y promueve un amplio proyecto cultural.
Finalmente, el canciller Leyva destacó la importancia de la integración de América Latina y el Caribe, más allá de lo político y la riqueza de posibilidades a partir de esa integración.
Obviamente estos procesos son sumamente complejos y difíciles, por la cantidad de factores que hay que identificar, cuantificar y acomodar a las necesidades del continente. Al principio es como arar en el mar, pero esto no quiere decir que, no se deba hacer ese esfuerzo, con insistencia, hasta crear esa conciencia colectiva de supervivencia.
Es una ardua tarea de conciliar necesidades y afinidades, intereses personales y colectivos, políticos, económicos y sociales, pero no se parte de cero, porque hay organismos bilaterales y multilaterales que funcionan eficazmente, dejando huella para seguir y lograr ese objetivo.
Para lograr esa integración considero que se deben rescatar las Conferencias Panamericanas, realizadas desde 1889, las cuales sentaron las bases de la integración y la creación de la Organización de Estados americanos, que ha propósito debe restructurarse y de lo cual nos ocuparemos en próximas notas de prensa.