Despilfarrando nuestros impuestos… | El Nuevo Siglo
Viernes, 4 de Mayo de 2018

“Estado promueve la desigualdad cuyo símbolo proclamo sea la Toyota Prado blindada”

Los impuestos son, en general, el aporte que cada uno de nosotros y las empresas hacemos al Estado, principalmente de nuestra ganancia personal, para que éste pueda satisfacer las necesidades de toda la colectividad. Los impuestos son dinero que le damos al Estado para que realice el gasto público. Satisfaga necesidades que contribuyan al desarrollo económico y social de un país. Es decir, su única destinación debe ser en pro del interés general.

Hace unos días el candidato a la Presidencia Iván Duque, con quien fuimos compañeros en la Escuela de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda hace algunos años, afirmaba que sí era posible reducir los impuestos para lo cual proponía reducir el gasto innecesario del Estado. Le propuse que, si se trata de eliminar gastos innecesarios, entre otros, deberíamos empezar por quitar el carro oficial a los funcionarios públicos, pues es un gasto que no se hace en pro del interés general, ni beneficia a ninguna colectividad ni al desarrollo social del Estado ni es necesario.  Al contrario, contribuye a empobrecer al Estado.

Pregunté si existen datos sobre cuánto nos cuesta mantener las flotillas de camionetas Toyota blindadas TX, TX.L y VX (que en promedio valen COP $260.000.000), parte del uniforme del funcionario público y cuya único uso es particular y exclusivo de los funcionarios públicos y sus familias. Los funcionarios públicos deben dar ejemplo de buen manejo del gasto público, de austeridad y respeto por la gerencia del dinero que todos nosotros le damos al Estado al pagar impuestos. Indigna ver como lo despilfarran en camionetas, escoltas, conductores, cocineros privados, celulares, lujosas oficinas. No sirve de excusa salir con el cuento de que nos están ahorrando una platica al contratar chef privado, pues saldría más caro almorzar afuera.

Nosotros los ciudadanos que pagamos impuestos, y no somos funcionarios públicos, no tenemos por qué sostener el tren de vida a que tienen acostumbrados a algunos bajos y altos funcionarios del Estado. Debe reformarse esta costumbre, revaluarse el tema y obligarlos a que vayan a trabajar por sus propios medios como lo hace cualquier colombiano. Se habla de desigualdad en Colombia y el mismo Estado ejemplifica y promueve la desigualdad cuyo símbolo proclamo sea la Toyota Prado blindada “oficial”.  Desde la cual ellos nos miran caminar, andar en bicicleta o buscar un parqueadero libre…

@ReyesJuanfelipe