JUSTICIA
Ángeles y corruptos
BIEN lo dijo el papa Francisco que “la corrupción es la gangrena de un pueblo”. Se refiere a este fenómeno como el más peligroso para el desarrollo de los pueblos. La corrupción es la vía contraria del Evangelio. Jesús vino a este mundo a redimir los pecados del hombre, no para que la gente rezara, comulgara y luego robara.
La corrupción, corrupción es, sea grande o pequeña, es como el crimen, lo mismo el que mata a uno o varios pero con la intención de matar. Así es la corrupción, el que se favorece de los dineros a su cargo abusando del poder es un corrupto. Los dictadores son claro ejemplo de esta nefasta práctica, pues la gran mayoría de ellos le han metido la mano al dinero público en medio de la necesidad de un pueblo, llevándoselo a los paraísos fiscales, amasando fortunas productos de la corrupción y ocultándolo a través de empresas off shore.
Lo mismo sucede con entes estatales o privados pero de dineros ajenos. Caso ejemplar fue el de la universidad San Martín, donde su presidente, el ya fallecido doctor Mariano Alvear Soflán, abusó del dinero de los estudiantes, (ellos relativamente pobres) para hacer inversiones con recursos de la universidad en sus gustos personales, como por ejemplo laboratorios de genética para desarrollar su propia ganadería. Montó con plata del plantel una cadena de hamburgueserías para ubicar a sus hijos, negocio fallido. Mientras, a sus profesores les negaba el pago de salarios y prestaciones sociales, malgastaba el dinero en sus excéntricos gustos personales sacándole a la universidad enormes partidas como sueldos y bonificaciones, obligando a los funcionarios administrativos a pagar sus caprichos, falsificando documentos públicos para controlar las operaciones. Alvear murió con ese pecado donde tendrá que dar cuentas a Dios y de nada le sirvieron sus rezos y comuniones.
Así como este connotado personaje muy admirado y respetado se derrumbó, hay muchos que nadan en sus pecados. Otrora figuras relevantes del mundo y del país hoy desprestigiados, otros encarcelados, bien sea en prisiones o en recintos militares como los hermanos Moreno Rojas. De qué sirve tener la casa por cárcel o una clínica cuando su libertad está perdida, o cuando los últimos días en vez de pasarlos en paz con sus hijos y nietos, se desarrollan en el desprestigio, la ignominia, la desolación y tristeza por la soberbia, la avaricia y la codicia.
Se entiende por corrupción el uso y abuso del poder otorgado para sacar beneficio personal, bien sea en empresa pública o privada, en cualquier proporción, utilizando los recursos del bien común para su bien particular, transgrediendo el pacto moral. Cuantas personas han caído en esta práctica, quienes para muchos son ángeles pero corruptos. Finalmente la justicia divina y la humana siempre los ha develado.