Dilema de Colombia: ¡un baño público! | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Octubre de 2023

A pesar de los avances económicos, tecnológicos y sociales de los últimos años, Colombia sigue enfrentando importantes retos para lograr el desarrollo. Uno de los más importantes es brindar acceso al saneamiento ambiental a toda la población, en especial al peatón. Se evidencia que 52 millones de colombianos no tienen un baño público sobre las calles de sus ciudades, en especial las principales y desde luego Bogotá, su capital.

La gente en la calle hace sus necesidades al aire libre o se ve obligada a mendigar un baño en un establecimiento de comida o acudir a un Centro Comercial. Buscar una pared, un poste o un parque sin que lo vean es la alternativa. Orinar o defecar en la calle es vergonzoso, antihigiénico, el olor que desprenden los desperdicios es muy fuerte, es foco de infección, atrae insectos, plagas y patógenos que contaminan el medio ambiente.

El costo que supone la instalación de un baño público es razonable, puesto que a nivel mundial existen firmas especializadas con experiencia y modelo de cabinas de baños públicos de última generación, con alta tecnología, ecológicas y hermosos diseños. Pero las administraciones exponen la falta de financiamiento.

Pero no es la única barrera, es la ausencia de interés y conciencia de las administraciones mismas. La instalación de un inodoro no tiene un alto grado de complejidad. Los baños públicos se diseñan según cada ciudad, población, necesidades y presupuestos de las ciudades, además que el servicio es autosostenible debido a que el usuario paga un modesto valor por su uso y las empresas de publicidad contribuyen con pauta externa e interna para el mantenimiento.

Paradójicamente el Código Nacional de Policía sanciona con 32 salarios mínimos diarios legales vigentes a quien sea sorprendido haciendo sus necesidades en espacio público, es decir una suma de $ 1.237.333 (Articulo 140. Comportamientos contrarios al cuidado e integridad del espacio público: Numeral 11. Realizar necesidades fisiológicas en el espacio público). Bajo esa premisa se puede observar la incoherencia del Estado Colombiano, sancionan, mas no cumplen con su obligación, pues los baños son un servicio público. En el mundo las grandes ciudades ofrecen estupendas cabinas de baños en espacio público a sus habitantes y visitantes, en Colombia no.

En este orden de ideas Las Naciones Unidas ha expresado lo siguiente:

  1. Tener un inodoro público es un Derecho Humano Universal: El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el agua potable limpia y el saneamiento, son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Un año más tarde se decide designar al 19 de noviembre como Día Mundial del Inodoro.
  2. No tener un inodoro público consume tiempo y dinero: Las personas pasan mucho tiempo buscando baños públicos o lugares aislados para hacer sus necesidades.
  3. No tener baños públicos produce enfermedades: La contaminación del medioambiente con orina o heces provoca enfermedades ocasionando efectos negativos para la salud y el medioambiente.
  4. Las mujeres y discapacitados son las más afectadas ante la falta de baños públicos: En muchas ciudades esta población sufre la ausencia de baños públicos.

Agradezco a mis lectores los aportes y comentarios que tengan y me envíen sobre este importante dilema de Colombia.

arangodiego@hotmail.com