Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria.
Manuel Belgrano
Se nos arruga el corazón, se compunge el alma y se llenan de lágrimas nuestros ojos, al conocer la triste noticias que nueve jóvenes soldados que prestaban sus servicios en el Carmen, Norte de Santander, fueron vilmente asesinados en una emboscada, por salvajes guerrilleros.
Tanto sacrificio, y esfuerzos por lograr una paz y estos bandidos le dan un portazo a esa posibilidad, solo por mantener sus intereses económicos y criminales.
No es el momento de asumir la crisis tomando partido o siendo personalistas. El país entero debe por unanimidad rechazar estas masacres y asesinatos de jóvenes que ilusionados se incorporan a las filas de nuestro ejército, para prestar un servicio a la patria y a la ciudadanía.
En este momento la paz debe convertirse en un propósito nacional, si queremos que el país sobreviva. La búsqueda de la paz es deber de todos. Solo así le encontraremos sentido a la vida en Colombia.
Esta vil masacre enluta las familias de los héroes asesinados sino de toda Colombia y porque no de la comunidad internacional.
Expresamos nuestra solidaridad a sus familias, a sus padres, hermanos e hijos de los dos suboficiales y siete soldados profesionales fallecidos: el cabo segundo Brayan Gómez Gamboa y el cabo tercero Juan Benavides Bohórquez. Los soldados Kevin Acevedo Osorio, Hercel Fernández Bonivento; Johan Gómez Gelvez, José David Pushaina Epiayu; Fabio Epiayu Ipuana, Rafael Jiménez y Jaime Manuel Redondo Uriana Jaime Manuel, asesinados para demostrar que esos terroristas están en contra de la paz.
Y también rendimos homenaje a los militares heridos: el subteniente Carlos Pacheco, Álvaro Epieyu, Arrieta de Armas, Adolfo Epieyu; Brayan Guerrero López, Gabriel Herrera Orozco, Luis Angarita Muñoz; Joselito Henríquez González y Julio Molina. Que Dios permita se recuperen pronto.
Insisto en un llamado a todos los colombianos porque esto no es un problema partidista, personal, ni político; debemos unirnos para salvaguardar los intereses patrios. No podemos ser inferiores a nuestra responsabilidad con Colombia, con nuestras familias y nuestros hijos de dejarles como legado, la paz.
La sociedad entera debemos exigir y hacer prioritaria la exigencia de cese el fuego y de cese de hostilidades, como condición necesaria para adelantar la participación de la ciudadanía en este proceso de paz.
Al Estado le corresponde propiciar el desarrollo con alivios y programas en zonas donde ha sido cruenta la batalla, los desplazamientos, asesinatos y robos de todo lo que encuentran a su paso.
Ante estos hechos, el Comisionado de Paz Danilo Rueda expresó que "la paz se construye con hechos, haya o no cese el fuego. La continuidad de la violencia beneficia a los intereses del conflicto. El Eln no está escuchando al pueblo: comunidades en toda Colombia quieren la paz con justicia social y que los hermanos dejen de verse como enemigos.