EDUARDO OROZCO PRADA | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Octubre de 2011

Un dedo sobre la llaga

En  épocas preelectorales se agitan toda clase de aguas, pero lo que ahora amenaza crear una tormenta tropical es la propuesta del Consejo de Estado de eliminar al Consejo Nacional Electoral.
Algunos columnistas de opinión y varios medios de comunicación, en diferentes tonos, han vaticinando la muerte del CNE.
A los partidos políticos no les ha caído bien la idea de la eliminación o reforma del CNE. Si bien es cierto que el CNE ha sido cuestionado por su origen político, (lógico que el tema electoral siempre estará ligado a la política), no es menos cierto que el Consejo de Estado también ha sido cuestionado varias veces, inclusive por el presidente Santos en su época de columnista del periódico El Tiempo, cuando “hizo referencia a la Sección Quinta del Consejo de Estado, denunciando que, supuestamente, ese órgano de la justicia estaba permeado por la inmoralidad…”.
Voceros de la Alta Corte sostienen que “la propuesta es la de crear, en reemplazo del CNE, la Comisión Nacional de Control y Vigilancia Electoral y, que de ser aprobada por el Congreso, esta no solo sería la máxima autoridad en la materia, sino que en su origen ya no podrían ‘meter la mano’ los partidos políticos”.
Suena amable, desinteresada y progresista porque la postulación de los integrantes de esa Comisión se haría a través de una convocatoria pública y por concurso de méritos. Lo que no dicen en voz alta es que serían los presidentes de las Cortes quienes decidirían, en últimas, quienes deben quedar.
Acaso una de las pautas importantes de la reforma judicial ¿no es que los jueces se dediquen a administrar justicia y no seguir postulando y eligiendo funcionarios de organismos distintos a la actividad judicial?
El Consejo de Estado puso el dedo sobre su propia llaga. Pero ¿no sería mejor que en lugar de eliminar el CNE se pensara, quizás, en crear una Corte autónoma e independiente que no solo manejara los dos temas: el Administrativo / Electoral y el Jurisdiccional, en la misma materia electoral, para que resolviera rápida y efectivamente, en última instancia, los problemas sobre esa materia, no como hoy, que hay que esperar varios años para obtener los fallos del Consejo de Estado?
Dicho en otros términos, no es necesario el CNE como funciona actualmente, ni tampoco es necesaria la Sección Quinta del Consejo de Estado. Es necesaria una verdadera Corte Electoral.