Resultó un fiasco la anunciada sociedad de Ecopetrol con Pdvsa para exploración de petróleo y gas en Venezuela, unida al desarrollo de un programa de energías limpias en Colombia.
Pdvsa está en quiebra, intervenida por el gobierno de los Estados Unidos, se encuentra incluida en la lista “Clinton”, sometida a sanciones por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de ese país (Ofac),debe más de ciento ochenta mil millones de dólares, sus pensionados suspendieron la huelga de hambre pero insisten en reclamos fundados, maquinaria desvalijada, puertas arrancadas, taladros inactivos, proliferan en diversos sitios, a ningún Estado le interesa configurar alianzas con dicha empresa.
La producción de petróleo en Venezuela ha caído en los últimos años, los grandes importadores Estados Unidos, Japón y Alemania disminuyeron sus compras, los malos manejos políticos, la corrupción rampante, hacen que el gobierno Maduro siga dilapidando el escaso ingreso de divisas, que no compensa el incremento de los costos de producción y el envejecimiento de los pozos. Uno de los temas álgidos alrededor de cualquier negociación se relaciona con el lavado de activos de la petrolera por cuantiosas sumas.
Contradictoria la posición del presidente Gustavo Petro de insistir en la disminución de exploración y explotación de hidrocarburos en nuestro suelo adquiriendo obligaciones para aumentarla en la vecina Nación, difícil entender su teoría sobre la descontaminación y los objetivos en referencia al futuro de Ecopetrol cuyas utilidades han venido a menos y el mandatario tampoco explica cómo se llevaría a cabo la sociedad.
Vincular cualquier operación a la importación de gas venezolano a Colombia sería mala decisión. Actualmente no somos autosuficientes e importamos el diez y siete por ciento del consumo interno de gas, pero se han encontrado yacimientos que bien administrados cubrirían las necesidades de la población.
De otro lado ninguno sabe cuáles serían los mecanismos de pago en caso de una alianza y la noticia respecto de ella confirma que se trata de otra iniciativa precipitada añadida a las numerosas en trámite o formuladas a través de mensajes extraños que confunden a la sociedad, el gobierno continúa haciendo anuncios sin estudios que los respalden. La Sociedad de Ecopetrol con Pdvsa es un cuento que en nada contribuye al manejo positivo de la economía.
Coda- Resulta también desacertado el anuncio del revolcón en el área de infraestructura, la aparición por decreto del Instituto Nacional de Vías, (Invir), que según el presidente Petro se encargará de programa de caminos comunitarios -ya no la Ani-, en coordinación con las juntas de acción comunal, cabildos, organizaciones populares, instituciones comunitarias, con exclusión de los profesionales de las empresas de ingeniería y sin que esté clara la forma de competir en procesos de selección para ejecutar los recursos del naciente instituto. Oportuno que la Sociedad Colombiana de Ingenieros pida el cumplimiento de la ley 842 del 2003 reglamentaria del ejercicio profesional de la ingeniería, si se habla de habilitar al Ejército y la Armada para asumir obras de infraestructura. El don del acierto no aparece.