Bueno, hay algunas similitudes entre el primer y segundo discurso del presidente Gustavo Petro en la Asambleas de las Naciones Unidas, en New York.
Un día, al ver la brutalidad con la que un capataz egipcio maltrataba a un esclavo hebreo, Moisés acabó con la vida del egipcio, acto que lo forzó a dejar Egipto. Como hace más de 2000 años, los judíos fueron conducidos por un sabio hacia la entrega de la ley escrita, la Mishna, según los rabinos, pues la entrega de la tal se convirtió en la ley fundacional de los judíos.
Algo así como la ley fundacional de Petro en las Naciones Unidas con referencia al tapón del Darién y los miles de migrantes, colombianos y venezolanos en su mayoría que aspiran a convertirse en nacionales de Estados Unidos.
“Haced esto comed esto, mi carne, y bebed esto, mi sangre, en mi memoria”. Y eso hacemos desde hace más de 2000 años, digo yo.
Carreto en Panamá, primer puesto fronterizo en ese país, transporte marítimo con cada embarcación de cuatro motores, con chalecos y transporte por un costo de unos 800 dólares persona, aproximadamente.
En esa especie de ...... Charry, de la empresa ......Charry de Ibagué, hemos visto al Señor ......Charry, puteando a uno de sus empleados.
La repetición de un viaje sin retorno, de un viaje sin regreso. Lo mismo que el caso de Petro en las Naciones Unidas. Y así repetidamente, en un viaje sin regreso, en un viaje sin retorno.
Pues quienes van a Estados Unidos no desean regresar a su tierra natal. Y así veo yo a Gustavo Petro Urrego, nuestro presidente actual.
¡Qué fracaso! Y pasa por alto los logros del siglo 21, omite los alcances para el siglo 22 y desconoce los logros de finales de los siglos 19 y 20.
Cual profeta, propone que los "visitantes" a los Estados Unidos permanezcan allí durante el resto de sus días, sin tener en cuenta que estamos en la segunda oleada de drogas, la cocaína. Sin tener en cuenta que la tercera oleada de drogas, el fentanilo muestra con fuerza y sin vergüenza las orejas y el hocico.
“Sembraron injusticias, señores, y por detener a campesinos cultivadores de cannabis y hoja de coca, en vez de enfrentar la soledad en que viven las juventudes de sus propios países, los países del mayor poder económico y militar de la historia de la humanidad, entonces han pasado a las drogas de la muerte: al fentanilo”, manifestó el mandatario colombiano en ese pleno internacional.
Otra cosa es que siendo Estados Unidos el primer consumidor de cocaína, es muy difícil que se aleje de la cocaína y que los viajantes que cruzan por el Darién se alejen de la cocaína.
“Querían una guerra contra las drogas de la juventud rebelde que se opuso a la guerra del Vietnam: la marihuana y el LSD de los hippies, y terminaron por conducir a su sociedad a la droga del neoliberalismo y la competencia, la droga del yuppie de Manhattan: la cocaína, y encerraron a millones de negros y latinos en frías cárceles privatizadas, y murió un millón de latinoamericanos asesinados y se destruyeron democracias en nuestra América”, expresó.
Luego agregó "La guerra es solo una trampa que acerca el fin de los tiempos en la gran orgía de la irracionalidad", dijo y afirmó que no habrá paz si no hay "justicia social, económica y ambiental" "Piensen en un mundo más racional", agregó.
Luego dijo "Tenemos que terminar con seis décadas de violencia y conflicto armado, con los dos siglos de la guerra eterna y perpetua de Colombia", y con eso finiquitó su discurso ante la sesión 78 de las Naciones Unidas.