Así califica la revista norteamericana Foreign Policy la decisión de Trump de denunciar el Acuerdo de París sobre cambio climático. El presidente lo había anunciado desde su campaña presidencial, así que no debemos declararnos sorprendidos. Muchas de sus ideas -como construir el muro mejicano o el anuncio de denunciar el tratado de libre comercio de América del norte (Nafta) o negarse a participar en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPPA)- son improvisadas e impulsivas y no miden las consecuencias. Todo se basa en el principio de que para “hacer de nuevo grande a los Estados Unidos” hay que eliminar la competencia extranjera y lo que de alguna manera signifique una limitación o un costo adicional a la producción manufacturera del país.
Así que, por ejemplo, hay que re-enchufar la producción de carbón para supuestamente recuperar empleos perdidos o regresar al país la fabricación de automóviles, que sale más barata en otras partes como México. Estados Unidos dejó de ser fabricante hace décadas, pero es el primer proveedor de servicios. Guardadas proporciones, lo mismo sucede en otros países industrializados. Gran Bretaña ha acabado prácticamente la producción de carbón y los Mercedes Benz tienen una alta proporción de piezas fabricadas en China. Incluso en Colombia, casi todos los bienes importados vienen de China y otros países de Asia donde trabajan con mano de obra esclava.
Argumentar que el cambio climático no existe, es una torpeza y una irresponsabilidad incalculables que van contra lo evidente. Las temperaturas medias en todo el mundo aumentaron 1 grado centígrado en 2015 y las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera superaron las 400 partes por millón durante el mismo año (OMM).
En septiembre 2016 los presidentes Barack Obama (EEUU) y Xi Jinping (China) comunicaron haber depositado sus instrumentos de ratificación del Acuerdo de París ante la ONU. Por consiguiente, los Estados Unidos están obligados por él y para retirarse deberán denunciarlo mediante notificación escrita al depositario (la ONU). La denuncia solamente tendrá efecto después de que hayan transcurrido tres años a partir de la fecha de entrada en vigor del Acuerdo para esa Parte. A la fecha, el Acuerdo de París ha sido firmado por 194 países y ratificado por 147 de ellos (dentro de los cuales no está Colombia) y no será renegociado a petición de una sola de sus Partes, según comunicado de la Secretaría.
Con su decisión Trump no solamente se echa el mundo encima sino que no obtiene beneficios. Hoy las industrias dedicadas a la energía limpia generan en los Estados Unidos más empleos que las del carbón.
En un artículo en el WSJ el Consejero de Seguridad Nacional, H.R. McMaster y el Director del National Economic Council, Gary Cohn, afirmaron que el mensaje del presidente a Europa en el reciente viaje fue que “el mundo no es ya una ‘comunidad global’ sino una pista donde las naciones, actores no gubernamentales y negocios compiten buscando ventajas”. La verdad es que Trump renunció al liderazgo de su país e invitó a China y a los europeos a llenar su espacio, y envió un mensaje inequívoco: “no confíen en los Estados Unidos”.
Se va a quedar con la mala compañía de Nicaragua y Siria que no suscribieron el Acuerdo.
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Coda: Ya es hora de que James se largue del RM.